"Las marcas blancas están perjudicando el sector de la alimentación". Esta es la advertencia que ayer lanzó en La Granda Pedro Astals, que fuera presidente de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), que ayer impartió la conferencia "Nuevo paradigma para la industria de la alimentación y bebidas en España". Y explicó: "La distribución prioriza su propio beneficio y el de su marca al de toda la industria. Es necesario que haya colaboración para que todos puedan seguir adelante". Según indicó, sólo un 13 por ciento de los nuevos productos lanzados al mercado por la industria agroalimentaria han triunfado, por culpa de la política de ventas de los supermercados: "Si la distribución no permite que expongamos en un lineal nuestros productos, no sirven para nada", sentenció. Por eso uno de los principales desafíos de este sector es mejorar la relación con los distribuidores.
El sector agroalimentario, destacó Astals, es "la primera industria a nivel nacional", pese a ser una manufactura "discreta, aunque está presente en el día a día de todos los hogares". Este sector, al que Astals augura "un buen futuro", tiene otras amenazas junto a las marcas blancas: "La falta de concentración empresarial, el exceso de legislación" y el ya antes mencionado desequilibrio con los distribuidores.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2050 será necesario duplicar la producción de la industria agroalimentaria para abastecer a la población mundial, lo que Astals considera "una gran oportunidad" para este sector. "Tenemos una buena perspectiva de crecimiento con los previsibles aumentos de población, si bien va a resultar altamente complicado sustentar este desarrollo sin apoyarnos en los avances científicos que están en nuestras manos. No debemos mantener actitudes fundamentalistas en relación a los transgénicos", aseveró el ponente.
Precisamente, invertir en I+D+i es una de las claves del presente y futuro de esta industria para Astals. "España tiene un buen plantel científico, pero hay que convencer a las empresas de que inviertan en este campo. La industria agroalimentaria española posee muy poca tecnología", explicó el que fuera director de la FIAB.
Pese a los buenos augurios, esta industria también tiene varios retos que afrontar sobre la mesa. La excesiva atomización empresarial en el sector hace más complicado a las empresas nacionales competir en los mercados extranjeros, a lo que Astals propone "buscar algún tipo de solución, sin tener que pasar necesariamente por grandes fusiones o absorciones". Astals asegura que el sector necesita de "grandes líderes que sean tractores de la industria".
A todos estos problemas, Astals suma otro derivado de la administración, la legislación. "España cuenta con demasiadas leyes en lo que al sector agroalimentario se refiere. La normativa es tan compleja que en muchos casos hace perder productividad a las empresas. Deberían tratar de unificar la legislación. Es algo que se puede conseguir sin necesidad de flexibilizar la ley", explicó.
En cuanto a las estrategias de futuro, además de seguir teniendo el I+D+i como uno de los pilares fundamentales, Astals propone mirar hacia otros mercados. "Europa está en decadencia y, previsiblemente, el polo Atlántico perderá importancia frente al Pacífico, por lo que deberíamos tratar de posicionarnos en Asia", dilucidó. Para sumergirse en estos nuevos mercados, el exdirector de la FIAB considera que España tiene en tres pilares la fórmula en la que sustentar su éxito: "La industria agroalimentaria, la gastronomía y el turismo".
Para hoy está previsto que Santiago Álvarez, vicerrector de planificación económica de la Universidad de Oviedo, imparta una conferencia sobre "Diferencias de fiscalidad entre el Principado de Asturias y el resto de comunidades autónomas", que dará comienzo a las 10.30 horas. Los días 26 y 27 de agosto el "Yihadismo islámico" será el tema central de los cursos de verano de La Granda.
