De la primera época fundacional se conservan aún en el yacimiento de Raíces varios restos que dan muestra de la existencia de una aristocracia importante antes de la conformación del reino Astur. Destaca la muralla, de entre dos y tres metros de ancho, realizada con mortero de cal y piedra, una obra muy costosa que solo podría permitirse la aristocracia.
También se ha encontrado una triente visigodo, es decir, una moneda de oro acuñada a finales del siglo VI, durante el reinado de Recaredo I, que además está agujereada porque se utilizó probablemente de colgante, lo que era un elemento de prestigio. Por último se conserva el bastión, ubicado en el extremo occidental de la plataforma superior, una obra más modesta que consiste en una muralla de cajones formada por un muro interior, otro exterior que ha desaparecido y en medio un núcleo de piedra y arcilla.