Más de doscientos motoristas han dado esta tarde el último adiós a Raquel Fernández, la corverana fallecida el pasado martes como consecuencia de un accidente de tráfico.

Los moteros han partido del tanatorio y acompañaron al cortejo fúnebre hasta la iglesia de Las Vegas, donde se ofició el funeral. Allí, centenares de vecinos esperaban la llegada del cuerpo.

Una vez que las motos arribaron al templo, los asistentes aplaudieron: un gesto que fue muy agradecido por el marido de la víctima, Francisco José Lara, Fran, que se rompió en elogios hacia los asistentes. "Esto es brutal, sin comentarios", han dicho entre lágrimas para posteriormente gritar a los cuatro vientos: "Gracias, joder".

Tras los oficios religiosos, los motoristas acompañaron de nuevo al cortejo fúnebre hasta el tanatorio, donde el cuerpo fue incinerado.