El Principado impulsará un protocolo para alertar a la población de los episodios de concentración de contaminantes que se produzcan en Avilés. Así lo indicó ayer la consejera de Fomento y Medio Ambiente, Belén Fernández, a su llegada a la reunión de seguimiento del plan de calidad del aire, que se celebró en la Autoridad Portuaria y a la que asistieron miembros de las administraciones implicadas y representantes vecinales. Con la avenida de la Industria en obras y el aire que sopló durante la tarde de ayer cargado de pequeñas partículas, el lugar y el momento eran los propicios para hablar de contaminación. Fernández no esquivó el debate, pero aseguró que se está en el camino correcto.

De hecho, según afirmó, desde que se puso en marcha el plan -hace algo más de un año- los niveles de concentración de las partículas en suspensión conocidas como PM10 han disminuido entre un 30 y un 37 por ciento. Los datos de medición se refieren a los de la estación de control conocida como "matadero" -que es precisamente la que más cerca se encuentra de las instalaciones portuarias- y las mediciones comparan los primeros ocho meses de 2014 con el mismo periodo de 2015. "Y no es por casualidad: se están tomando las medidas y están dando frutos, gracias al esfuerzo compartido de la Administración regional y otras instituciones, como la Autoridad Portuaria", remarcó la consejera.

La visita a Avilés llega justo después de varias semanas de que los colectivos ecologistas alertaran de varios repuntes de contaminación, y exigieran medidas urgentes. La consejera socialista admitió que hubo "algún problema", pero garantizó que esos niveles de medición desproporcionados no se traducen en problemas generales del aire, sino en "anomalías muy localizadas".

La otra idea que resaltó Belén Fernández es que en las cinco estaciones de la red de calidad del aire de Avilés y Salinas todos los valores contaminantes están por debajo de los límites que marca la normativa europea y nacional, excepto en el caso del "matadero" con las ya mencionadas partículas PM10. Fernández explicó que existen quince instalaciones potencialmente contaminantes, y que los distintos operadores han invertido, en lo que va de año, 750.000 euros para reducir las emisiones nocivas. "Sólo el Puerto destinó casi medio millón de euros en lo que va de año, y seguimos avanzando: el mes que viene, García Munté, que trabaja con graneles sólidos, recibirá una autorización que supondrá la construcción de un recinto de cuatro metros de altura y un dispositivo de lavado de ruedas", destacó la consejera.

Fernández hizo gala de trabajo conjunto y de perseverancia para someter la actividad portuaria e industrial "a un exhaustivo control". "Mejor que sancionar, preferimos prevenir, que no se contamine". Ese control se traduce, por ejemplo, en las 95 visitas de inspección realizadas en las instalaciones contaminantes en lo que va de año, y en los 11 focos de mediciones diarias, así como los 98 puntos de emisión cuyos controles, y el informe correspondiente, corresponden a las propias empresas. "También tenemos otras inspecciones más exhaustivas programadas: hasta ahora se han realizado seis y están previstas otras cuatro", añadió la consejera.

También se refirió Fernández al trabajo con las empresas para que asuman los retos medioambientales, tanto en las emisiones al aire como en los vertidos a la ría, que pronto quedarán canalizados por el colector industrial. "Nos preocupa la salud de los ciudadanos", concluyó.