El tiempo no sabe de títulos nobiliarios ni de residencias dealta alcurnia. Buena muestra de ello es el decrépito estado que presentan un ramillete de construcciones palaciegas ubicadas en el concejo avilesino a las que el desuso ha condenado al deterioro más cruel. El desplome de parte del techo del palacete del arquitecto Manuel del Busto conocido como Los Siete Enanitos -porque durante años acogió una guardería infantil- es sólo el último episodio en esta destrucción del patrimonio arquitectónico de la ciudad. La pieza está catalogada dentro del planeamiento urbanístico de Avilés en atención a la "excepcionalidad y rareza" de este edificio, obra del mismo arquitecto que firmó el teatro Palacio Valdés, entre otras muchas obras destacadas de la región.
Junto a esta antigua guardería, ubicada en la calle Palacio Valdés comparte la misma triste suerte -y también propietarios- el palacio de la calle Río San Martín, conocido como Chalé de don Fulgencio, ubicado en la parcela contigua de la Policía Nacional. En este caso la propiedad acomete ahora unas obras de consolidación, a instancias del Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga, afirmó ayer que también requerirá a los responsables de Los Siete Enanitos que aseguren el edificio y que tomen las medidas oportunas para que las zonas dañadas no repercutan en la estabilidad del conjunto.
En un estado también de avanzado deterioro se encuentran varios palacios de Villalegre con fachadas a Santa Apolonia, como el de Maribona. Y sin ir tan lejos, otros edificios de porte arquitectónico destacado viven sus horas más bajas en la calle Émile Robín, por no hablar de la casona de la calle Galiana. En muchos casos la causa del abandono es la gestión del patrimonio por grupos de herederos que encuentran difícil llegar a acuerdos -y a veces también a financiación- para dar una nueva vida a los veteranos inmuebles.
El profesor Vidal de la Madrid es autor, junto al también historiador Juan Carlos de la Madrid, del libro "Cuando Avilés construyó un teatro", un estudio valioso en el que se recogen los hitos más destacados de una ciudad de Avilés, en el momento en el que aspiraba a ser señorial, mucho antes de la llegada de las grandes industrias. "Los Siete Enanitos es una obra muy destacada. Un tal José Montero le encargó a Del Busto su construcción en el año de 1928. Es uno de los últimos proyectos que firmó en Avilés y tiene la singularidad del conjunto. Hemos dicho mi hermano Juan Carlos y yo en innumerables ocasiones que en Avilés destaca por sus distintos conjuntos. Y el chalé de Los Siete Enanitos forma parte del conjunto de viviendas construidas por Del Busto. Si la perdemos, perdemos parte de nuestra esencia. Si bien individualmente no es muy destacada, sumada al resto de la obra se hace importante. Tenemos que procurar que no se caiga. No puede ser que le suceda lo que a los chalés de la calle de Santa Apolonia", se lamentó el profesor de la Universidad de Oviedo. "Tenemos además la circunstancia de que Los Siete Enanitos está en frente del Palacio Valdés, que es la obra principal de Del Busto en la ciudad", recordó .
La importancia del chalé de don Fulgencio, en la calle de Río San Martín, es relevante. "Aunque no existe constancia de su autoría", apuntó De la Madrid. El caso es que se levantó en los años de esplendor burgués de un municipio que dejaba de lado las industrias primarias para embarcarse en los desarrollos que fueron reales a partir de los cincuenta. De la Madrid recalca: "Tenemos que procurar que no se caiga el conjunto histórico de la ciudad". El Ayuntamiento de Avilés ha empezado a dar los primeros pasos para que esto sea realidad y el pasado se recupere y sea imagen para el futuro.
