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J. MICHAEL FRANCIS | Profesor de Historia de la Universidad del Sur de La Florida y autor de "San Agustín, la primera ciudad de Estados Unidos", que se presentó ayer en Avilés.

"Lo que hace falta es que alguien ruede una película sobre Pedro Menéndez"

"La ciudad de San Agustín no fue el destino último del marinero, fue el resultado final de una serie de incursiones anteriores a su viaje"

J. Michael Francis, antes de su conferencia. IRMA COLLÍN

El profesor de la Universidad del Sur de La Florida J. Michael Francis habla con pasión desbordante sobre la historia de la ciudad de San Agustín, el primer asentamiento occidental en los actuales Estados Unidos, una ciudad fundada por el marino avilesino Pedro Menéndez en el día de San Agustín (28 de agosto) de 1565. Es tanta su pasión que la ha sabido transformar en un libro: "San Agustín. La primera ciudad de los Estados Unidos", (Comisión Nacional de Conmemoraciones de La Nueva España, 2015). Ayer tarde presentó su publicación en el centro universitario de Avilés. Esta mañana toma el avión con destino a La Florida. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA en su redacción avilesina, horas antes de dictar su ponencia.

-¿Qué tenían aquellos manglares del norte de Florida para que Pedro Menéndez decidiera fundar sobre ellos una ciudad?

-La fundación de San Agustín fue la consecución de una serie de casualidades. Medio siglo atrás de 1565 la Corona Española había manifestado interés por establecer una fortaleza que protegiera las naves españolas en la entrada del golfo de México y en el Atlántico. La ciudad de San Agustín no fue el destino último de Pedro Menéndez, fue el resultado final de una serie de incursiones anteriores a su viaje.

-¿Y qué tenía aquella bahía para pensar en levantar una ciudad?

-El puerto de San Agustín no es un buen puerto: tiene poca profundidad. Muy cerca de allí había una fortaleza francesa que se había levantado un año antes a la llegada de Pedro Menéndez. Sus hombres llegaron hasta San Juan, en la actual Jacksonville, allí estaban los franceses. En vez de pelear, se retiraron al puerto más cercano. Y fundó entonces San Agustín, que fue la primera de una serie de fortalezas.

-¿Hubo más?

-Sí, claro. Esta es una historia menos conocida. El 1566 fundó la fortaleza de Santa Elena, por ejemplo, que está en la actual Parrish Island, cerca de San Agustín. El único asentamiento que queda en pie es, precisamente, San Agustín; del resto, ruinas arqueológicas.

-¿Qué papel desempeñó el pirata Francis Drake en la consolidación de San Agustín?

-Principal. El pirata Francis Drake atacó en 1586 San Agustín a su regreso del mar Caribe. Quemó la fortaleza y los edificios. Como consecuencia de aquel ataque se unificaron las dos poblaciones: Santa Elena y San Agustín.

-Un pirata urbanista.

-(Risas). Francis Drake sólo estuvo una vez en San Agustín. Tenía a sus órdenes a más de 2.000 hombres. Un soldado portugués llamado Pablos Juan cuenta una historia extraordinaria al rey Felipe II. Las autoridades de la ciudad conocían las intenciones de Drake. Se reunieron el Gobernador y dos de sus oficiales, los que tenían las tres llaves de la caja fuerte. La vaciaron. Sustituyeron el oro por el plomo. Se la llevaron a una fortaleza y aguardaron a que el pirata atacara. Lo hizo. Y le acusaron de haberse quedado con el oro de la ciudad. Cuando lo tenían ellos.

-Vaya historia.

-A mitad de camino entre piratas y pícaros.

-No todo empezó con Jamestown.

-Desde luego que no, aunque es uno de los yacimientos más emblemáticos. Como Plymouth, donde llegaron los pioneros. San Agustín de La Florida, sin embargo, todavía no es un lugar emblemático. El trabajo que está llevando a cabo la Comisión Nacional de Conmemoraciones de La Nueva España, entre otras, está contribuyendo a que se produzca el cambio. Eso y también la visita de los reyes de España a San Agustín. Tenga en cuenta que el pueblo es bastante más pequeño que Avilés y que estén allí los reyes es muy importante. Eso y también el hecho de que se haya desarrollado el foro económico España-Estados Unidos. Ahora hemos rodado una serie de cuatro episodios sobre la historia de San Agustín que se emitirá en la cadena pública norteamericana PBS. Lo que falta es que alguien ruede una película sobre Pedro Menéndez.

-Económicamente, ¿le fueron bien las cosas a Pedro Menéndez?

-En 1570 escribió al rey para comunicarle que tenía que desprenderse de 150 hombres de su guarnición porque no podía pagarles. Pero la Corona no le dio permiso. No podía dárselo: los ingleses y los franceses rondaban la zona. Así que para solucionar el problema concedió a Menéndez una ayuda económica llamada El Situado, que fue incrementándose a lo largo de los años. Así pudo mantener a los 300 soldados.

-¿Menéndez fue un genocida?

-Cuando firmó Pedro Menéndez firmó su contrato con Felipe II no conocía el asentamiento de los franceses. Cuando lo supo, cambió los objetivos de su empresa. Felipe II consideraba a aquellos franceses, corsarios, es decir, no tenían derecho a estar ahí. Y le ordena a Menéndez que los eche. Menéndez fue víctima de las guerras religiosas francesas: mató hugonotes, pero no es cierto que acabara con todos. Se llevó a San Agustín a todos aquellos que podían servirle para el desarrollo de su empresa de colonización: calafates, músicos, algunos marineros...

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