Montse Rodríguez González, nació en La Plata y sigue residiendo en esa localidad castrillonense. Desde hace tiempo se embarcó en un proyecto que, tras mucho pelear, se hará realidad: la construcción de una senda peatonal entre La Plata y Piedras Blancas. El Principado tiene en marcha el anteproyecto con la intención de incluir su ejecución en los presupuestos regionales de 2016. La senda, que costará algo más de 300.000 euros, ronda el kilómetro de longitud y discurrirá, en la mayoría del trayecto, fuera de la carretera de La Plata.
-¿Qué significa el proyecto para el concejo?
-La ejecución de la senda permitirá la expansión de muchos núcleos rurales y de Piedras Blancas, Salinas y Avilés. Ayudará también a la defensa de un entorno natural aprovechable para el turismo, porque permitirá a los usuarios disfrutar de la naturaleza. La autovía del Cantábrico y la línea de Feve suponen una barrera que no deja apreciar los núcleos rurales y los caminos de gran belleza que están completamente olvidados pero que enlazan con pueblos diseminados y con un legado histórico de parroquias y del Camino de Santiago.
-¿Cuántos ciudadanos se verán beneficiados por la senda?
-La Plata tiene unos cien habitantes pero estamos hablando de más de mil ciudadanos de las parroquias de Quiloño y Pillarno. La senda se podrá unir con otros caminos que permitirán llegar a pie a varias zonas de Avilés. Esa es la visión que deben tener los políticos.
-Concretamente ¿cuáles serán las ventajas para los vecinos de La Plata?
-El objetivo básico de habilitar una senda es evitar accidentes y llegar a Piedras Blancas a pie evitando la carretera, porque el camino irá por fuera. También favorecerá el tránsito de peregrinos del Camino de Santiago. Además, se podrá acceder a otras sendas ya existentes, que se pueden recorrer en bicicleta o a caballo. Esperamos el apoyo de todos los sectores implicados para conseguir culminar el proyecto satisfactoriamente.
-¿Cómo surgió la idea de hacer la senda?
-La carretera de La Plata, en el tramo hasta Piedras Blancas, carece de arcenes adecuados, tiene curvas muy cerradas, peraltes peligrosos y mucha maleza. Todo eso, unido a la inexistencia de transporte público y a la peligrosidad del tramo sobre el puente de Feve nos llevó a realizar las reclamaciones pertinentes para conseguir accesos peatonales.
-¿Las administraciones públicas atendieron sus peticiones?
-Empezamos solicitando la mejora de la seguridad vial, pero nadie nos hizo caso. Los vecinos pusimos en conocimiento de los medios de comunicación nuestras reclamaciones. La senda llevábamos años planeándola, pero quedaba decidir cómo la queríamos y por dónde. También presentamos la petición en el Ayuntamiento de Castrillón, aunque la carretera es propiedad del Principado. La petición llegó a la Junta General del Principado, donde se aprobó por unanimidad de todos los grupos el pasado mes de febrero.
-¿Ha merecido la pena su empeño?
-Estoy recorriendo los despachos del Principado y del Ayuntamiento de Castrillón, sin apoyo económico y sin filiación política, y escuchando a todos. Al igual que en su día conseguí el alcantarillado para La Plata, sigo luchando para que no se olviden todos los partidos políticos del proyecto que aprobaron en febrero.
