El sector pesquero afronta uno de sus años más críticos y las consecuencias la están padeciendo los profesionales en estos últimos meses del año. El agotamiento de las cuotas y los cupos pesqueros han obligado a algunos armadores tanto de comunidad como de arrastre a amarrar los barcos en el puerto y mandar a sus trabajadores al paro. "Hay pescado, pero nos prohiben capturarlo. Esto es un sinsentido", lamentaba uno de los afectados. Los pescadores no se quieren arriesgar tampoco a salir a faenar y llegar a los muelles con especies "vedadas" y afrontar una sanción económica elevada si son "pillados" por los inspectores. "Las flotas están bastante fastidiadas y el final de año es complicado", aseguran en la rula.

Esa circunstancia también tiene su reflejo en las subastas en la rula de Avilés en septiembre. Según la Dirección general de Pesca de Asturias, en la lonja avilesina se vendieron el mes pasado 795.233,48 kilos de pescados frente a los 1.142.495 kilos del mismo periodo de 2014. Respecto a la facturación, ésta también cayó en unos 600.000 euros: pasó de los 3,3 millones en septiembre de 2014 a los 2,7 millones del mismo periodo del año pasado, según los datos del Principado.