La ciudad se fundió ayer en rosa para simbolizar de esta forma la lucha contra el cáncer de mama. De las fuentes manó agua este color, varios de los edificios más singulares de la ciudad se iluminaron de la misma tonalidad y Sabugo amaneció lleno de lacitos gracias a una iniciativa del colectivo "Savia Nueva". La presidenta y la vicepresidenta de la Asociación Española contra el Cáncer en Avilés, Margarita Pérez y María del Carmen Suárez, respectivamente, recorrieron el barrio y agradecieron el trabajo realizado.

El día se consagró a resaltar la importancia de la lucha contra una enfermedad que lleva a 120 mujeres al año al quirófano avilesino. Según los datos sanitarios, el año pasado se efectuaron 50 masectomías y comenzaron a realizarse las reconstrucciones inmediatas de mama, esto es, en la misma intervención quirúrgica que en la masectomía. De cada cinco operaciones practicadas, en un caso se realizó ese tipo de reconstrucción.

Las actividades más importantes de la jornada reivindicativa se desarrollaron durante la tarda. Un público mayoritariamente femenino, aunque salpicado también por bastantes hombres, abarrotó el salón de actos de la Casa de Cultura de Avilés. A la entrada, el cartel advertía: "El cáncer te deja sin palabras. Nosotros no". La Alcaldesa, Mariví Monteserín, presentó el acto organizado por la Asociación Española contra el Cáncer, con el tema "Cáncer de mama y calidad de vida". Monteserín hizo un repaso por los pilares de esta lucha: el diagnóstico preventivo, la inversión imprescindible, el trabajo de las asociaciones y del personal sanitario. "El área sanitaria está haciendo un inmenso trabajo", destacó.

En la conferencia intervinieron los doctores Pablo Ignacio Fernández Muñiz y Concepción Ildefonso Cienfuegos, del servicio de cirugía general del San Agustín, y Ángela Sánchez Pendón, psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer.

El doctor Fernández Muñiz hizo referencia a la importancia de la celebración del día. "Y es que estamos todos unidos en un mismo objetivo, celebramos que estamos todos en la misma parte de la lucha contra esta enfermedad, acompañándonos en esta tarea". Y explicó que además de trabajar para superar la enfermedad, es importante hacer la lucha "de forma digna, con ganas, ilusión, horizonte, y dar pasos en positivo". A continuación hizo referencia a un médico y una enfermera, William Halsted y Carolina Hampton, que comenzaron a luchar juntos por la enfermedad y acabaron siendo matrimonio. "En aquella época para acabar con los gérmenes usaban lo que tenían a mano, que eran materiales muy irritantes. A Halsted se le ocurrió que una empresa de neumáticos fabricara unos guantes finos para el uso de las enfermeras". Este fue uno de los avances que incorporó para luchar contra la infección quirúrgica. Fueron los inicios de una lucha que continúa viva.