La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

AGUSTÍN MARTÍN | Secretario estatal de Industria de CC OO, visitó ayer la fábrica de Saint-Gobain

"Las inversiones en Arcelor son buenas noticias, pero nunca el final del camino"

"La vidriera de la Maruca tiene carga de trabajo para funcionar a plena capacidad y está a la vanguardia tecnológica; sin duda tiene futuro"

Agustín Martín, ayer, en Avilés. IRMA COLLÍN

"El secretario general de la macrofederación de Industria de CC OO, el madrileño Agustín Martín, metalúrgico de profesión en la empresa Thyssen Krupp Blistein, visitó ayer la fábrica avilesina de Saint-Gobain (antigua Cristalería Española) para hacer campaña en apoyo de su sindicato con vistas a las elecciones a celebrar el próximo martes. A la puerta de la vidriera de La Maruca lanzó a los medios de comunicación el mensaje de que su central confía en revalidar su mayoría absoluta en Saint-Gobain como recompensa por el buen trabajo realizado por la sección durante los últimos - y muy críticos- cuatro años. Un rato después del encuentro, atendió a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA.

-¿Qué impresión se lleva de la fábrica de vidrio que acaba de visitar?

-Se trata de una planta que está en la vanguardia tecnológica gracias a una política sensata de inversiones, que ha soportado el impacto de la crisis sin consecuencias graves para el empleo gracias en buena medida al ejercicio de responsabilidad sindical y que ahora mismo tiene carga de trabajo para funcionar a plena capacidad; es evidente que, en estas condiciones, se trata de una fábrica con futuro y que invita al optimismo.

-Usted participa en las reuniones que se convocan para hacer el seguimiento del escándalo de los motores trucados de Volkswagen; ¿cuál es su percepción de los daños colaterales que este asunto puede causar a la industria automovilística española?

-Lo que más nos preocupa es el impacto financiero que pudiera tener en las fábricas de Volkswagen y Seat de Navarra y Cataluña, así como la crisis de confianza de los consumidores. Al respecto de lo primero, mi sindicato interpreta que de las palabras del presidente de Volkswagen -quien garantizó la realización de las inversiones estratégicas planeadas- se deduce que ni los 3.000 millones acordados para invertir en la factoría de Seat de Martorell ni los 1.000 millones apalabrados para Navarra deberían correr peligro porque, precisamente, tienen ese citado carácter estratégico.

-Crisis de Volkswagen al margen, los últimos indicadores de venta de coches son halagüeños. ¿Cuál es su interpretación de este hecho?

-Los datos son alentadores, en efecto, y si a eso unimos el hecho de que el parque móvil español tiene un problema de obsolescencia, cabe confiar en que si la incipiente recuperación económica se confirma haya buenas perspectivas para el sector automovilístico en el horizonte.

-Una vez confirmadas las millonarias inversiones de Arcelor en Asturias, ¿se puede bajar la guardia en materia siderúrgica?

-El anuncio de esas inversiones es una buena noticia, además de la constatación de que las cosas se hicieron bien en el ámbito sindical, pero nunca el final del camino. Con el acero tenemos ahora mismo un problema de precios y otro de falta de dinamismo en los sectores de la construcción y la obra pública. No cabe relajación alguna, ni en la siderurgia ni en ningún otro sector.

-En breve habrá elecciones Generales, póngale tarea al futuro Gobierno.

-Que de una vez por todas, y en línea con el objetivo comunitario de generar un 20 por ciento del PIB con el sector industrial para el año 2020, se defina una estrategia a largo plazo -15 ó 20 años- que dé seguridad y soluciones a la industria en los capítulos energético, de formación y de I+D. No se pueden estar cambiando los pilares que sustentan la industria cada cuatro años, eso no es serio ni responsable.

-Hablando de energía, ¿qué opina de la labor del Gobierno en relación a garantizar luz a precios competitivos a industrias de gran consumo eléctrico como Alcoa, Azsa, Arcelor, etcétera?

-Creo que el Gobierno no ha dado la talla y lamento que con su improvisación haya llevado a estos sectores a un terreno de absoluto riesgo e incertidumbre. Como ya he dicho, la industria necesita con urgencia un plan energético a largo plazo y a los hechos me remito: no es de recibo que la solución al problema eléctrico industrial consista en hacer una subasta anual que genera tensiones y sume a las empresas en la más absoluta de las incertidumbres.

Compartir el artículo

stats