Félix Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos de Miranda, pidió ayer disculpas por asegurar que el chalé conocido como de doña Ramona estaba abandonado y ocupado por personas que generaban desconfianza a los vecinos y que era un foco de venta de droga. "Fue un error mayúsculo mío. Allí vive una familia que está asentada desde hace años", afirmó el dirigente vecinal. Rodríguez llegó a asegurar, incluso, que muchos residentes evitaban pasar por ese lugar, lleno de maleza y suciedad.