El exsecretario del Centro Niemeyer, José Luis Rebollo, sopesa impugnar el último informe elaborado por el perito de Hacienda que colabora en la investigación abierta hace tres años sobre la anterior etapa gestora del complejo cultural y que fue ratificado ayer por el técnico ante el juez. El antiguo dirigente considera que el documento que analiza el caos contable es "subjetivo". "Los informes deben seguir una metodología que aquí no se está utilizando y ni siquiera sabemos qué documentos ha estudiado el inspector. Ante esto, ¿de dónde saca que yo no informé de las cuentas al patronato? Dice que lo deduce, pero las valoraciones quienes las tienen que hacer son los jueces, no lo peritos", señaló ayer.

El perito corrobora en el informe, fechado el 15 de julio, que los exgestores del Centro Niemeyer ocultaron al patronato de la Fundación la contabilidad real. "El informe recoge opiniones cuando debería emitir conclusiones científicas o técnicas", manifestó ayer el exsecretario del complejo cultural, que se vio cara a cara en el juzgado con el experto de Hacienda. El perito fiscal sostiene en su último documento, como ya había hecho en el anterior, emitido en marzo de 2014, que cuando se presentaron a los patronos de la Fundación Niemeyer las cuentas del año 2010 (declaraban unas perdidas de 284.802 euros) para su aprobación, el director general (Natalio Grueso) y el entonces secretario (José Luis Rebollo) "eran conocedores de que los números que se presentaban no reflejaban la verdadera situación con el proveedor Viajes El Corte Inglés".

Rebollo considera que el experto del Fisco ha emitido un informe "trabajando codo con codo con la Fundación denunciante y con la agencia viajes El Corte Inglés" sin que el exsecretario "haya podido aportar prueba alguna". "La conclusión de todo esto es que la denuncia de la Fundación se presentó en su día para proteger a los políticos, que todavía no han pasado por el Juzgado", recalcó ayer Rebollo, que ahora estudia si impugnar el último informe elaborado por el perito de Hacienda. El exsecretario aseguró el pasado agosto desconocer aún por qué está imputado.

La denuncia del "caso Niemeyer" la interpuso en diciembre de 2012 la entonces presidenta de la Fundación, la exconsejera de Educación y Cultura Ana González, quien denunció presuntas irregularidades por parte del anterior equipo gestor, liderado por Natalio Grueso. La entidad estaba entonces en proceso concursal derivado de una situación de bancarrota. González remitió al juzgado facturas con la sospecha de que Grueso, su entonces esposa y un conocido de amigos (J. M. V., empleado de una agencia de viajes y principal firma proveedora del Niemeyer) habían disfrutado de viajes y beneficios derivados de la actividad del Niemeyer.

El inspector de Hacienda corroboró ayer en sus informes que las cuentas de 2010 no reflejaban la verdadera realidad económica de la Fundación del Niemeyer. El motivo: "El secretario de la entidad y responsable de la contabilidad de la misma había firmado con Viajes El Corte Inglés un documento en el que reconocía que la deuda real con esta entidad era bastante mayor que la contabilizada". El perito añadió que "no hay constancia de la comunicación de este hecho a los patronos y auditores". El experto reconoció también ayer, según fuentes consultadas, que el centro cultural pagó a una empresa catalana por unos servicios que no recibió.

La investigación sigue abierta y pendiente ahora de un nuevo informe pericial relacionado con la denuncia que presentó la Fundación por el descontrol económico de la etapa de Natalio Grueso: "El documento está pendiente de la traducción de contratos en inglés con la Broklin Academic of Music por la representación de las obras "As you like it" y "The Tempest" en el Teatro Español de Madrid", señaló el letrado de la Fundación, Alejandro Riera, ayer, a la salida del Juzgado.