La revisión a la baja del tipo del IBI para compensar el efecto de la revisión catastral en 2016 beneficiará sobre todo a siete grandes empresas que, según criticó ayer Somos, verán que su recibo se reduce en casi un 4 por ciento. Por contra, los propietarios de inmuebles residenciales de menor valor pagarán un 5 por ciento más. "Fue una sorpresa encontrarnos con esto. Hay una rebaja fiscal que sólo beneficia a grandes empresas e industrias. Eso lo puedo entender del PP o de Ciudadanos, pero no del PSOE. La ordenanza fiscal del IBI para 2016 es regresiva y socialmente injusta. Supone un aumento de la presión fiscal sobre las viviendas más humildes", afirmó Primitivo Abella, concejal de Somos.

El edil llegó a esta conclusión tras analizar los datos del padrón del catastro. Explicó, como ejemplo, que el mayor valor catastral de Avilés, con casi 24 millones de euros, paga este año un recibo de 154.000 euros; en 2016 será de 148.000 euros, una rebaja de 6.000 euros. Un piso de 51.800 euros de valor catastral -la media en Avilés-, paga en 2015 un recibo de la contribución de 226 euros, el año que viene será de 244 euros.

Somos había propuesto en el debate de las ordenanzas un tipo diferenciado para los inmuebles no residenciales, que fue rechazado por el gobierno local. Según Abella, el análisis de los datos del catastro rebate los argumentos dados por el PSOE. Según el concejal de Somos, una de las razones dadas fue que "Avilés no tiene una estructura concentrada de propiedad": "Los datos son tozudos. Los 172 inmuebles no residenciales que superan el medio millón de euros de valor catastral concentran el 10 por ciento del valor total", dijo Abella. El gobierno también aseguró que con el tipo diferenciado la recaudación "no sería significativa". "Si aplicamos la propuesta de Somos a esos 172 inmuebles, se recaudarían 95.000 euros adicionales", explicó el concejal de Somos. Y añadió: "No se penalizaría a la industria, pero hubiéramos impedido una rebaja fiscal".