La comunidad islámica de Avilés ha vuelto a unirse tras casi medio año de crisis. "Fue por un malentendido que no podía ir a más", aseguró ayer Mamadou Ndong, el presidente de la mezquita del polígono de La Magdalena, después de un acto público de conciliación en el templo. Los musulmanes de la comarca se separaron antes del verano por "enfrentamientos personales" entre varios de sus miembros; una ruptura que amenazaba con hacerse insalvable. "Dios nos pide que nos unamos", señaló Driss Bouden Fadii, el nuevo director de la misma mezquita y, hasta ahora, perteneciente a otra que se había fundado en la calle Suárez del Villar tras el enfrentamiento y que ha cerrado sus puertas a raíz de la reconciliación. "No hubo diferencias religiosas, la separación fue por otras causas y nuestro esfuerzo es unir objetivos", remataron ambos.

Los dos líderes musulmanes protagonizaron ayer un oficio religioso común, de hermanamiento. "Esto lo vamos a hacer todos los viernes, que es nuestro día sagrado. Pero nuestra intención no sólo es tener un local para el rezo; es abrir este local todos los días para todas aquellas personas que quieran conocer la cultura islámica, la lengua árabe", aseguró Fadii.

"Somos de muchas nacionalidades, aunque principalmente procedemos de Senegal y de Marruecos", apuntó Ndong. "Pero también tenemos musulmanes de origen español", añadió el presidente de la mezquita. "Todos juntos trabajamos mejor por el Islam. Somos de muchas nacionalidades, pero todos somos musulmanes", explicó Fadii, al término del oficio religioso.

"Hay ciudades como Madrid o Barcelona que tienen muchas mezquitas, pero es natural. En estas ciudades son muchas más personas que en Avilés. No merecía la pena, para los que somos actualmente, mantener la división, más si cabe cuando teníamos hermanos que habían estado entre una y la otra mezquita; no podíamos permitir que esto continuase", explicó Fadii. "Aquí estamos abiertos cinco veces al día, es lo que dice 'El Corán'", concluyó Ndong.