La situación del antiguo hotel Esperanza de Salinas es cada vez más complicada, lo que, a su vez, dificulta la limpieza y mantenimiento del solar. Los vecinos están en vilo y más desde que la empresa que tenía alquiladas las vallas metálicas de cierre a la propiedad las retiró por impago. La basura y los restos de obra son ahora más visibles y la situación de dejadez es penosa, en una zona ubicada en el centro de Salinas.
La alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, manifestó recientemente que había recibido una comunicación del juzgado dando cuenta de que el hotel Esperanza se había adjudicado a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el llamado "banco malo" por 2.150.000 euros. La Sareb señala que su participación es "colateral, pues se trata de una garantía de préstamo" y niega ser la propietaria del inmueble.
Triguero envió hace unas semanas requerimientos a la empresa Proescorex (antigua propietaria), al Sareb y al banco propietario de la hipoteca en el que les daba un plazo de 15 días para tomar medidas urgentes en cuanto a la estabilidad del edificio y otros dos meses más para el resto de las actuaciones que necesite el edificio a fin de garantizar su estabilidad. "La valoración de las obras que reclamamos a los responsables del hotel Esperanza es de unos 15.000 euros. Los trabajos deberán ser supervisados por un director de obra y, si se agotan los plazos, el Ayuntamiento actuará con una ejecución subsidiaria que finalmente tendrán que abonar los propietarios", añadió la Alcaldesa. Los plazos ya se han cumplido y el Ayuntamiento teme que cualquier actuación para limpiar y mantener la parcela de la calle Príncipe de Asturias haya de ser financiada por las arcas municipales.
Los trabajos de rehabilitación del hotel Esperanza comenzaron en la primavera de 2011, pero se paralizaron a los pocos meses. El proyecto inicial preveía la construcción de entre 15 y 20 apartamentos turísticos. Después, los propietarios solicitaron un cambio de uso del suelo y que pasara a la calificación urbanística de residencial multifamiliar, lo que obligaría a una modificación específica del Plan de Ordenación Urbano de Castrillón. La Corporación castrillonense rechazó la petición. El edificio que hasta hace una década albergó el hotel Esperanza fue construido en 1920 y está incluido en el catálogo urbanístico de Castrillón, pendiente de aprobación desde hace más de diez años.
