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Los pescadores se mudan al Gayo

Los marineros gozoniegos preparan los almacenes en el nuevo puerto durante una semana marcada por unas condiciones de la mar que impiden faenar

La antigua rula de Luanco. MARA VILLAMUZA

Los pescadores de Luanco ya se han mudado a las nuevas instalaciones ubicadas en el puerto del Gayo. Durante estos días, los marineros gozoniegos no van a faenar dadas las malas condiciones de la mar. Por ello, han aprovechado para preparar los nuevos almacenes. "Llevamos dos semanas sin salir ninguno", indica el patrón mayor de la Cofradía de pescadores, José Luis Gutiérrez. El marinero Francisco Juncal elaboró una estructura de madera con un altillo para guardar las nasas en el primer piso de su almacén. Mientras, varios de sus compañeros están a la espera de recibir un encargo de vigas de hierro para preparar los espacios donde meter los aparejos. "A partir de ahora, vamos a trabajar más cómodos", indica José Luis Gutiérrez, que afirma además que, hasta la fecha, los aparejos que utiliza en sus días de faena los guarda en su vivienda, ubicada en la parroquia de Podes.

Los marineros defienden que el precio del alquiler de los almacenes, de 33,82 metros cuadrados cada uno, es asequible y evitará además que tengan que guardar material para la pesca en sus respectivos domicilios o bajos arrendados. "Antes, tenía dos locales alquilados para meter todo el material. Ahora con el almacén todo es mucho mejor", afirma Juncal, mientras lanza una nasa al primer piso del almacén, donde Ángel Lemus la recoge para colocarla junto al resto.

Tras la puesta en servicio de los almacenes, la rula del muelle viejo quedará inutilizada. "Ahora solo tenemos allí la cetárea y la idea es trasladarla cuanto antes", apunta Gutiérrez. Cuando eso ocurra, el edificio quedará sin uso hasta que los pescadores puedan sacarle algún tipo de rendimiento económico.

Por el momento, los marineros gozoniegos descartan que se pueda rular pescado en las nuevas instalaciones del Gayo. Eso sí, dependerá de varios factores como, por ejemplo, el número de ventas. Esa decisión también está relacionada con el fin definitivo de las obras en el nuevo puerto que llegará una vez que los pescadores dispongan de una zona de descargas, algo que por el momento no está en los planes del Principado. Para ejecutar esa obra, será necesario dragar de nuevo.

Actualmente, el número de pescadores dependientes de la Cofradía de Luanco ronda la veintena. Los marineros se han organizado para ocupar uno u dos almacenes antes de que la administración dé de alta la luz para poder trabajar con normalidad.

El traslado de los pescadores llega casi ocho años después de que comenzaran las obras en el puerto del Gayo. Y lo hace días después de que terminara 2015, un año que a juicio de José Luis Gutiérrez fue bueno para los perceberos por dos factores, principalmente: el buen estado de la mar durante el otoño y la primera parte del invierno y los altos precios que se pagaron por las capturas.

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