El conflicto entre los taxistas de Avilés y los de Corvera va camino de enquistarse. Más de la mitad de los miembros de la cooperativa Villa del Adelantado no está dispuesta a permitir a los de Corvera que crucen la frontera del río Arlós, el que separa Villalegre de Las Vegas. Y la ley les asiste, aseguran. Concretamente, la de Transporte Terrestre. "Dice que no se puede cargar en un concejo que no es el tuyo, puedes, sin embargo, viajar del tuyo a otro distinto y esperar allí a tu cliente. Lo que vienen haciendo los de Corvera desde hace por lo menos tres años es campar a sus anchas, fuera de su zona. Piensan que su concejo llega a Raíces", asegura Ramón García, uno de los portavoces del colectivo profesional. "Hemos denunciado todo esto a la inspección de Transportes del Principado y también a las policías locales de Corvera y de Avilés. Tuvimos en octubre una reunión con los concejales Luis Ramón Fernández Huerga y Rafael Álvarez y no ha servido de nada. No hay pacto de nada: ellos no pueden trabajar aquí y, sin embargo, lo hacen", concluye Manuel Gutiérrez, otro de los profesionales afectados.
Ambos reconocen, sin embargo, que hay taxistas avilesinos que saltan el límite del concejo (Villa o Parque Astur), pero también aseguran que "son hechos aislados". Y señalan varios casos flagrantes de taxistas corveranos recogiendo viajeros en el parque del Carbayedo en plena Nochevieja. Francisco Bayona, el presidente de la cooperativa Villa del Adelantado, admite que el clima está "un poco enrarecido" por el comportamiento de una minoría de taxistas y anuncia la convocatoria de una reunión entre profesionales del taxi de ambos municipios para tratar de llegar a un acuerdo formal de colaboración que ponga negro sobre blanco las premisas de buena vecindad fijadas en un encuentro precedente.
"El otro día me quedé cuatro horas en la parada de Villalegre. En ese tiempo no vi más que pasar taxis de Corvera en dirección a La Luz", señala Manuel González, otro portavoz de los taxistas afectados. ¿Qué sucede? El negocio se ha recortado: la crisis y la caída de población son las principales causas. "Hay un reglamento municipal que dicta que en Avilés debemos tener 1,130 taxis por cada mil habitantes. Según esto: sobran diez licencias", explica García tras señalar que, en la actualidad, en el municipio son un centenar los profesionales que se ganan la vida con el taxi cuando tenían que ser noventa. "En Pravia, se amortizaron cinco plazas", apunta González. "Lo que nos encontramos es que desde hace un par de años llegan 12 taxis de fuera que incumplen la ley y que tiran los precios porque no utilizan taxímetros porque esto es algo que sólo es obligatorio en Avilés, Gijón y Oviedo", señala Gutiérrez. "Tenemos que cobrar lo que dice el taxímetros, ellos ponen el precio que quieren. Nos están quitando nuestro pan", se lamenta un cuarto taxista, Emilio Pérez, de la directiva de Villa del Adelantado.
"El otro día estuvimos con el jefe de la Policía Local de Avilés. Denunciamos nuestra situación y prometió que se pondría a ello", apunta García. "La denuncia al inspector de Transportes va a cumplir ya un año. No puede hacer nada porque sólo trabajan dos para toda Asturias", apostilla Gutiérrez. "Sabemos que la exalcaldesa Pilar Varela recibió una carta del inspector", reconoce.
