Clubes, entrenadores, jugadores y padres de jugadores están hartos de la situación de los campos de fútbol de La Toba. En los tres terrenos de juego que hay en las instalaciones entrenan más de cuarenta equipos de los clubes Avilés Deportivo, Quirinal, Femiastur, Real Avilés, Versalles y Llaranes. Marco Antonio Rodríguez es padre de un niño de diez años que entrena en este complejo deportivo: "Son un montón de equipos entrenando y falta mantenimiento de los campos. Es una vergüenza. Tenemos dos campos medio decentes y luego el 3 que no es en realidad ni un campo de fútbol", sentencia.

Los campos se denominan 1, 2 y 3, y es el tercero el que más preocupa a los usuarios. "Es un campo de hockey. Los otros dos son de césped artificial, pero este es una moqueta con asfalto debajo", explica, Alicia Rodríguez, delegada del equipo alevín del Versalles y madre de una jugadora. El hijo de Marco Antonio Rodríguez es uno de los que sufren este terreno de juego: "Siempre tiene arrugas, los niños se caen cada poco, se lesionan y este último año está siendo peor. Aunque no llueva se queda el agua debajo y los guajes salen siempre empapados en pleno invierno", sostiene el padre.

Alicia Rodríguez explica la situación del equipo de su hija: "Entrenamos los martes y los jueves en ese campo y da pena y dolor. Está deshecho, tienes que buscar huecos para entrenar entre las zonas que están levantadas". Solo realizan una sesión fuera del temido campo 3, los viernes en el 1, porque los equipos se rotan para no sufrir todos los días el campo enmoquetado. "La Federación, el Ayuntamiento... alguien tiene que mirar esto, porque si un día pasa algo grave en una caída podemos acabar en el Juzgado", señala la delegada del Versalles alevín.

Más de seiscientos niños y jóvenes tienen que repartirse de lunes a viernes para entrenar por las tardes, ya que por las mañanas estudian. "Cada campo lo comparten dos y hasta cuatro equipos a la misma hora", denuncia Marco Antonio Rodríguez. Y los fines de semana toca jugar los partidos de todos esos equipos y, ademá, solo en los campos 1 y 2, ya que el 3 está impracticable. "Empiezan a las 10 de la mañana. Me da coraje tener que levantar a mi hijo de diez años a las 8 de la mañana un sábado, para estar en el campo a las 9 -tienen que estar una hora antes por norma-, pero, además, hay equipos que vienen de lejos. Un niño de Cangas del Narcea, ¿a qué hora tiene que levantarse para estar aquí a las 9? ", añade el padre del futbolista.