La eurodiputada castrillonense de IU Ángela Vallina abandonó ayer el Hospital San Agustín de Avilés, donde ingresó por Urgencias el viernes pasado con un tobillo roto del que fue intervenida tras habérselo fracturado por varios sitios al resbalar con unos zapatos nuevos, según explicó a este diario. Los médicos han aconsejado varios días de reposo a la paciente, a la que recomiendan no apoyar tampoco de momento el pie operado en el suelo.

Las pautas facultativas para estos casos plantean la posibilidad de moverse con ayuda de muletas al cabo de una semana de la intervención, visitas periódicas al traumatólogo para comprobar el estado de la lesión y, en función del mismo, el inicio de un plan de rehabilitación. En el mejor de los casos, Vallina estará al menos tres meses bajo seguimiento sanitario. El cirujano colocó siete tornillos y una placa para rehacer el maltrecho tobillo de Ángela Vallina, que en el pasado ya había tenido problemas óseos.

Vallina protagonizó un sonado incidente que acabó en bronca a su llegada el viernes al Hospital San Agustín en compañía de su marido; aparcaron el coche en un lugar prohibido, se negaron a quitarlo, exigieron atención prioritaria y, según testigos, evidenciaron "malos modos y síntomas de embriaguez".