El repunte de los delitos contra la propiedad en la comarca ha incrementado entre el 30 y el 50 por ciento la demanda de sistemas de vigilancia y seguridad, según fuentes del sector consultadas por este diario. La preocupación por la protección de viviendas y negocios proporciona más carga de trabajo a las empresas especializadas, que de un tiempo a esta parte han multiplicado la realización de proyectos personalizados para ponérselo más difícil a los ladrones y la elaboración de presupuestos de montaje de alarmas y sistemas de vigilancia, una obra que cuesta de mil euros en adelante. Hasta la Policía ha incluido en sus recomendaciones para atajar el delito el empleo, siempre que sea posible, de estos dispositivos.
Los profesionales comarcales del sector de la seguridad constatan una mayor demanda tanto de los particulares (para viviendas unifamiliares urbanas y casas rurales) como de los empresarios, tanto los que tienen comercios o negocios hosteleros como los que realizan sus actividades en naves industriales. Este fenómeno no entiende además de límites municipales, la demanda de seguridad privada ha crecido tanto en Avilés como en los concejos de su área de influencia, todos frecuentados por las bandas de rateros.
"Lo más demandado es la videovigilancia, tanto para la residencia habitual como para la casas o propiedades a las que se va de vez en cuando. Eso es lo básico; yendo a mayores se pueden instalar sistemas mucho más complejos", asegura un instalador de sistemas de vigilancia con oficina en Gijón pero al que le han salido varios trabajos en la comarca.
"Nuestro consejo es dejar en manos de los profesionales el diseño del plan de seguridad de la casa o del negocio; lo ideal es hacer un traje a medida para cada necesidad porque no hay dos casos iguales", apunta Manuel García, gerente de una firma avilesina de aparatos de seguridad que, según su responsable, ha recibido estos últimos meses más consultas que nunca para colocar cajas fuertes de alta gama, con paredes reforzadas y blindaje ultraresistente.
Quienes trabajan en temas de seguridad y vigilancia pasiva confirman que en el último año ha aumentado la psicosis por los robos dando lugar a un hecho insólito: la popularización del montaje de sistemas de vigilancia, una inversión para el hogar que antes quedaba reservada prácticamente para mansiones y familias adineradas. "Los sistemas de seguridad ya empiezan a ser vistos como algo normal por el común de la gente, lo cual es de agradecer porque venimos de una situación donde la falta de hábito limitó mucho la instalación de estos sistemas que, a la hora de la verdad, no son tan caros como muchos creen", opina Aarón Martínez, responsable para la comarca avilesina de una empresa instaladora de sistemas de seguridad.
