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El portavoz de Ciudadanos en Avilés llama "puta vaga" a la otra edil del partido

Cuesta, que afronta la expulsión, se equivocó de grupo de Whatsapp al proferir el insulto

Los concejales Juan Cuesta y Carmen Pérez Soberón, con Sonia Arbesuk (en primer término, de blanco y negro), coordinadora de Ciudadanos en Avilés, durante la pegada de carteles en el inicio de la campaña para las últimas elecciones municipales, en mayo del año pasado. RICARDO SOLÍS

Juan Cuesta, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Avilés, se enfrenta a un expediente que puede acabar con su expulsión del partido por insultar a su compañera de bancada en un chat privado. Según pudo saber este periódico, el concejal de la formación naranja "se equivocó" de conversación de Whatsapp y llamó "puta vaga" a Carmen Pérez Soberón en un grupo que tenía abierto con otros miembros del partido, incluida la propia edil. La agraviada pidió amparo a la dirección del partido en Asturias, que presentó una denuncia ante el comité nacional.

El servicio disciplinario de la formación naranja abrió entonces un expediente de investigación que puede acabar con una sanción leve, grave o muy grave, cuya máxima pena puede implicar la expulsión inmediata de Cuesta, que ya ha presentado alegaciones. Por el momento, está suspendido de militancia de manera cautelar hasta que haya una resolución. Según las mismas fuentes, el portavoz municipal de Ciudadanos pidió disculpas a Pérez Soberón, pero no fue suficiente. Esta denuncia es el culmen de las tensas relaciones existentes entre Juan Cuesta y Carmen Pérez Soberón desde hace varios meses y que se han hecho palpables en varias ocasiones, entre ellas, en el pleno del Ayuntamiento de Avilés, donde él ha llegado a afear a su compañera que no le pase documentación.

Los estatutos del partido que preside Albert Rivera estipulan que es una falta grave "la agresión física, el insulto, la amenaza, coacción o la vejación injusta a cualquier afiliado del partido, que no sean constitutivas de falta muy grave". La sanción en este caso va desde la suspensión de afiliación de un mes a dos años. Ciudadanos considera falta muy grave, entre otras, "las manifestaciones públicas proferidas en grave menoscabo del buen nombre del partido o de alguno de sus afiliados". En este caso, las sanciones están entre la suspensión de afiliación hasta dos años pasando por la pérdida del cargo orgánico que estuviera desempeñando, la inhabilitación para cargo orgánico del partido por un plazo no superior a un año y, finalmente, la expulsión.

Ciudadanos, desde las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, ha expulsado a más de medio millar de cargos públicos por ir en contra de las directrices que marcan los estatutos. Así hay concejales y diputados que se han tenido que ir de la formación naranja por conducir ebrio, por subirse el sueldo de edil en cantidades desorbitadas o por entrar en un gobierno sin permiso del partido. Un caso sonado fue el de Carmen López, de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), que se fue a vivir a Chicago y pidió que el Ayuntamiento le costease los vuelos.

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