"Estábamos aún despiertas y sentimos muchos golpes en el piso de abajo, como si estuvieran moviendo muebles. Entonces nos asomamos al descansillo y la casa se nos llenó de humo. ¡No veíamos! Tuvimos que abrir las ventanas, poner trapos por la cara, toallas debajo de la puerta... Y aún así se nos pusieron los ojos rojos", relató ayer todavía asustada Resti Martín Jaén, vecina del número 3 de la calle Francisco Pizarro de La Luz, después de que el fuego asolara de madrugada y por causas que aún se investigan el segundo piso (letra A) del inmueble, donde residen S. R. A. y su mujer. El hombre, de 80 años, fue derivado anoche al HUCA y su pareja permanecía ayer en el San Agustín.

Las llamas -que se originaron de acuerdo a las primeras hipótesis en el salón de la vivienda- afectaron también al piso anejo, con la letra D. En total, cuatro personas de este bloque requirieron asistencia sanitaria por inhalación de humo. "Los bomberos y la policía se portaron muy bien. En diferentes ocasiones vinieron a preguntarnos si necesitábamos algo y si estábamos bien", precisó Martín, que ayer mostraba su casa llena de hollín. El suceso se produjo alrededor de la una de la madrugada. "No pegamos ojo", confesó.

La historia se repitió cuatro horas después en un piso de un edificio también de cinco alturas en el número 15 de la calle Sebastián Elcano, situado a apenas 250 metros de la calle Pizarro. El fuego se originó supuestamente en el salón hacia las seis de la madrugada y calcinó la vivienda. El propietario, P. J. B., debió ser trasladado al Hospital San Agustín por inhalación de humo. "¡Socorro, socorro que me ahogo!" fue el grito de auxilio que escuchó en este caso Beatriz Balboa, vecina del afectado y la persona que advirtió del suceso a los bomberos. "A esa hora se levantó mi marido para ir a trabajar y fue cuando escuchamos las voces. Luego llegaron los bomberos. Más que llamas había mucho humo", precisó Balboa, que como consecuencia de las tareas de extinción del incendio tenía agua ayer en una de sus habitaciones.

Magdalena Rico, vecina de puerta del piso afectado de la calle Sebastián Elcano, apenas se enteró de lo sucedido. "Cuando desperté ya se estaban marchando los bomberos y la policía, pero aún así sentí miedo porque no sabía que había pasado", dijo esta mujer, que destacó que el hombre trasladado por inhalación de humo al San Agustín reside en La Luz "desde hace años". Otra vecina, nonagenaria, aseguró desconocer qué había ocurrido.

Las escaleras y los portales de los bloques afectados, ambos construcciones antiguas, presentaban ayer un aspecto desolador, con manchas negras de hollín por doquier. En el barrio de La Luz, sendos incendios eran el tema de conversación. La casualidad quiso que el fuego fuera el protagonista de las pesadillas de los vecinos.