Los investigadores conocen bien el comportamiento de las anguilas, pero los especialistas todavía suman un sinfín de interrogantes. "Están entre ese restringido grupo de especies misteriosas que han supuesto quebraderos de cabeza para biólogos y naturalistas", subraya Fernando Jiménez Herrero, del Centro de Experimentación Pesquera (CEP), que ha elaborado un estudio con su colega Lucía García Flórez sobre la pesquería de la angula en Asturias, centrado especialmente en la desembocadura del Nalón, entre San Esteban y La Arena. "El estatus de este recurso ya no es el de algunas pequeñas pesquerías europeas sino que ha adquirido un significado global", explica el especialista, que aconseja frenar el furtivismo y el comercio ilícito.

Antaño una parte importante de las capturas de angula en Asturias comercializadas en primera venta en las lonjas locales tenía como destino final el mercado de fuera de la región. Se estimó que aproximadamente la mitad de las capturas anuales de angula eran para consumo interno mientras que la otra mitad salían del Principado y su destino era bien el norte de Europa para repoblación bien el mercado asiático de acuicultura de anguila. Actualmente la anguila europea es una especie con protección especial para la que las autoridades competentes aprobaron la suspensión total de las exportaciones fuera de la Unión Europea, es decir, una cuota "cero". En Asturias solo se explota la anguila europea en su fase de angula.

La pesquería de angula se realiza en la región desde hace más de cien años y la cofradía de pescadores de San Juan de la Arena dispone de una de las series históricas de ventas en lonja más extensas de Europa. Fue sin embargo en el País Vasco donde se empezó a comercializar con cierta intensidad y donde se cree que se utilizó por primera vez el arte de pesca utilizado, el cedazo, que posteriormente se fue modificando según las características de cada río.

Paulatinamente, ha ido aumentando la demanda y los precios han sufrido subidas espectaculares siendo el pescado cuya cotización por kilo es la más alta del mercado. A este incremento continuado del precio en rula ha contribuido tanto la subida de la demanda como el drástico descenso de las capturas que se viene registrando en los últimos 25 años.