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El colector industrial presenta fallos que impiden su activación, según el Principado

La Confederación sostiene que se trata de un problema menor de la tubería, que lleva cuatro años lista sin funcionar

Obras de construcción del colector industrial, en una imagen tomada en 2011. RICARDO SOLÍS

Cuatro años lleva el colector industrial de la margen derecha de la ría construido y sin funcionamiento por diversos avatares y el culebrón suma un nuevo capítulo. La gran tubería llamada a poner el broche al plan integral de saneamiento iniciado en la década de los 90 del pasado siglo presenta deficiencias, según el Gobierno regional. Las pruebas e inspecciones que se han realizado en el conducto, que ha supuesto un desembolso de 18 millones, "han detectado problemas estructurales y eléctricos que precisan que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico los subsane", explican fuentes de la Consejería de Infraestructuras. El organismo estatal, por su parte, sostiene que se trata de una deficiencia fácilmente subsanable. "Es un problema menor con una junta y en ningún caso puede obligar a que no se ponga en marcha esa infraestructura. Todo sigue su curso", señala un portavoz. Sea como fuere, la infraestructura está en la actualidad llena de agua (la que se introdujo para las pruebas) y habrá que vaciarla para subsanar el fallo detectado.

Existen serias dudas de que el colector industrial comience a funcionar a corto plazo, según las fuentes consultadas, que insisten en que sigue habiendo otros flecos sueltos, como el proceso para que las compañías realicen el pretratamiento del agua (cómo llegan los vertidos a la gran tubería) y su financiación. La puesta en marcha del colector que parte de Tabaza y discurre por la margen derecha de la ría es clave para devolver el lustre al estuario. Esta tubería de 16 kilómetros recogerá las aguas residuales previamente tratadas procedentes de la mayor parte de las fábricas ubicadas en el entorno (Azsa, Du Pont, Fertiberia, Arcelor-Mittal, Alcoa, las fábricas del polígono de la ría, incluso Cogersa) para posteriormente conducirlas a la cabecera del emisario de Xagó, que las trasladará mar adentro.

El examen de la tubería constituía un paso indispensable para que el colector, ejecutado por la Confederación, pase a manos del Principado, que se encargará de su gestión y mantenimiento. Al menos eso es lo que vienen sosteniendo en el Principado para explicar por qué el conducto continúa sin entrar en funcionamiento. Por ahora no ha pasado la prueba, sostienen desde el Gobierno regional, que cifra en 350.000 euros el coste anual previsto de funcionamiento del colector, incluida la energía eléctrica.

Hasta que la gran tubería de la margen derecha no esté en marcha, no se dará por finalizado el plan de saneamiento integral de la ría avilesina. Éste dio sus primeros pasos en 1992, con la firma de un convenio entre las administraciones local, regional y central y ha supuesto un desembolso que supera los 165 millones de euros.

El remate del colector industrial y del emisario de Xagó, a finales de 2011, supuso el punto y final a la obra civil, si bien su entrada en funcionamiento aún sigue pendiente. Diversos avatares políticos y la complejidad de los propios trabajos (se tratan de infraestructuras muy complejas desde el punto de vista técnico) retrasaron la conclusión de las obras. Pero han pasado cuatro años desde su finalización y el Principado sigue sin recepcionar la obra. Y Avilés, mientras, espera en silencio.

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