La contaminación en el entorno del puerto de Avilés continúa siendo un quebradero de cabeza para las administraciones públicas. Y es que pese a las inversiones medioambientales ya realizadas y el fin de las obras de mejora de la travesía de la Industria los datos de polución siguen sin ser positivos. Según las mediciones realizadas en la estación del Matadero, gestionada por el Principado de Asturias, desde el inicio de año se ha superado el límite máximo permitido para las partículas en suspensión (PM10) uno de cada cuatro días, los mismos que en el primer trimestre del año pasado.
Según la normativa vigente, la media diaria no puede superar los 50 microgramos por metro cúbico de partículas en suspensión y, de alcanzarse, no debe suceder en más de 35 ocasiones por año. Entre el 1 de enero y el 24 de marzo la estación del Matadero rebasó el máximo permitido en 21 días -el pasado 18 de marzo llegó hasta un pico de 170 microgramos- y en otros doce se quedó a las puertas.
Los malos datos del entorno del Puerto contrastan con los del resto de estaciones de la comarca avilesina. En las de Llano Ponte, la plaza de la Guitarra, Llaranes y Salinas no hubo excesos en la polución de polvo, salvo contadas excepciones. En la de Llaranes, además de mejorar los datos de las partículas de suspensión también lo hizo en los de benceno, uno de los contaminantes que más protestas generan entre los ecologistas.
El año pasado, en el primer trimestre del año, se superó el límite máximo permitido de 5 microgramos por metro cúbico en once ocasiones -incluido un pico de 9,9- y en otros 13 días se rozó ese tope. Este año, se sobrepasaron los límites en 4 ocasiones -con un pico de 9,2 el pasado 10 de marzo- y en otros cinco se quedó cerca.
La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, ante la lentitud para conseguir buenos resultados en el entorno del puerto, anunció el pasado febrero que incrementará las exigencias ambientales tanto al Puerto como a las empresas más contaminantes. La responsable del área, Belén Fernández, explicó que seguirán incrementando los controles que afectan tanto a la actividad portuaria como a las instalaciones que operan en el entorno, y que se le exigirá al Puerto que realice un mayor esfuerzo inversor, con el fin de adelantar al año que viene la finalización de los apantallamientos previstos inicialmente para 2018.
Además, Fernández señaló que las conclusiones de un estudio reciente sobre la difusión de las partículas permitirán establecer nuevas medidas en las autorizaciones ambientales de determinadas industrias de Avilés y Gijón, que estas deberán adoptar para evitar que se produzcan situaciones con índices de contaminación elevados. En ese sentido, los responsables de la Autoridad Portuaria de Avilés tienen previsto acometer este año medidas medioambientales valoradas en unos 400.000 euros.
La Consejera de Medio Ambiente afirmó a principios de año que las inversiones que ya se han realizado en el marco del Plan de Calidad del Aire de Avilés han permitido reducir en un 14 por ciento los índices de contaminación en la ciudad.
Malos olores
Antonio Cabrera, presidente de la Federación de vecinos "La Unión", denunció que durante todo el día de ayer en algunas partes de Avilés y también de Castrillón hubo un fuerte olor que, el dirigente vecinal, achacó a algunas de las empresas de la zona portuaria. Cabrera reclamó al Principado que, con urgencia, investigue qué compañía es la responsable de esas emisiones malolientes.
Tanto Antonio Cabrera como el colectivo ecologista de Avilés han denunciado en múltiples ocasiones los picos de contaminación que se detectan en Avilés casi cada semana, sobre todo aquellos días en los que no llueve o cuando se suceden varias jornadas con condiciones atmosféricas favorables.
