En relación al artículo publicado el 21 de marzo en LA NUEVA ESPAÑA de Avilés que hacía alusión a "sospechas de amaños" en el Campeonato avilesino de mus, los componente de la peña Casa Tere queremos dar nuestra versión y al tiempo demandar la reparación de la acusaciones, totalmente infundadas y hechas en base a no sabemos qué argumentos.
Nos preguntamos en qué evidencias se apoyan para hacer afirmaciones y juicios de valor de tal calibre aquellas personas que con tanto descaro como poca mesura, sin tan siquiera tener el mínimo decoro de respetar el fallo del comité de competición, ni escuchar a todos los implicados se aventuran de forma grave a efectuar tales aseveraciones.
Nada ampara ni legitima el extraño empeño en restar un punto a una de las peñas participantes en el Campeonato (curiosamente la clasificada en primer lugar), persiguiéndola con una perseverancia impropia de lo que supone sumarlo en su beneficio. Tal ahínco nos parece desmesurado y fuera de lugar. Algo tal jamás nos pasó durante nuestros más de treinta años de participación en el Campeonato. ¿Sería debido a que no ocupábamos lugares de la tabla que tuviesen opción a conseguir el título y ahora estando ahí molestamos?
De seguir esa línea se podría acusar a cualquiera de las peñas "de arriba" con las mismas pruebas -ninguna- de haber alterado el espíritu de la competición, amañando partidas cada vez que se gana (pero eso sí, las del final solo... las del principio parece que no hayan sumado). Ese no es, desde luego, nuestro talante. Entendemos que durante un campeonato, en algo tan aleatorio como el juego, esos resultados se dan simplemente porque forman parte de él. ¡Sería el colmo que no se pudiese ganar si no es fraudulentamente! Por eso solicitamos aquello que nos parece más ético y correcto: divulgar un comunicado desdiciéndose de las inoportuna y, sobre todo, infundadas acusaciones, algo que no devuelve el crédito dañado pero al menos repararía mínimamente el daño infringido.
Por otro lado, añadimos que los resultados compete validarlos a la organización, notificando si este ha sido 1-3, 2-2 o el que se produzca. De igual modo, es competencia de la organización la publicación y legitimación de la clasificación, y no de ninguna otra parte interesada. ¿O tenemos a la organización de mera comparsa?
En definitiva, Bar Casa Tere y sus jugadores, a lo largo de muchos años y muchos campeonatos, han dado clara muestra de honestidad y limpieza, interpretando la competición como impulso y fomento de las relaciones de convivencia y amistad, sintiendo y sabiendo que ni son profesionales ni han de hacer girar su vida alrededor del juego; que su única dependencia es su trabajo -muy digno- sin corruptelas, podredumbres o ilegalidades.
En conclusión, la peña Bar Casa Tere considera que con su participación en el Campeonato avilesino de mus ha de procurar los mejores resultados para así conseguir la mejor posición, incluida la primera, que le permita optar al título, legitimada para ello como cualquier otra peña inscrita en el torneo, ¿o acaso le está vedado?
