El portavoz del Colectivo Ecologista de Avilés, Fructuoso Pontigo, radiografió ayer la polución en Asturias y analizó ante los vecinos de Llaranes las consecuencias de la contaminación del aire, el agua y el suelo. De las emisiones de micropartículas, Pontigo lleva años advirtiendo: la comarca avilesina es, a su juicio, una de las más afectadas por la contaminación por partículas menores de diez micras. "En Llaranes destaca la contaminación por benceno porque hay una estación que mide ese contaminante, pero si la hubiera en el Quirinal los datos tal vez serían peores", manifestó. Con la conferencia de Pontigo, el Club Popular de Cultura de Llaranes inauguró unas jornadas sobre medio ambiente que tendrán continuidad mañana, miércoles, con la participación de Alejandro Varas, jefe de división de Medio Ambiente del Puerto de Avilés.

El portavoz del Colectivo Ecologista analizó también los problemas que ocasionan la falta de saneamiento, los vertidos, los vertederos de residuos industriales o la mala gestión de los residuos urbanos. Hizo alusión también a la polémica incineradora en el vertedero de Cogersa y a la contaminación por electropolución; es decir, a los riesgos que entraña para la población la existencia de líneas de alta tensión, campos electromagnéticos o redes wifi.

"El wifi contamina y en algunos sitios se está prohibiendo. Lo que no se sabe todavía es cuánto contamina, pero aún así se deben adoptar medidas preventivas especialmente entre grupos de riesgo como son, por ejemplo, los niños", recalcó.

Pontigo criticó en el mismo escenario los incendios intencionados -"cada año se producen en Asturias unos 2.000 fuegos que afectan a unas diez mil hectáreas de terreno", precisó- y las plantaciones de eucalipto en la rasa costera asturiana. "Defendemos plantaciones de árboles caducifolios autóctonos, tales como robles, castaños, encinas o alcornoques, que se regeneran bien tras los incendios", concluyó.