El temor a los robos vuelve a intranquilizar a los vecinos de Soto del Barco. En la tarde del pasado Viernes Santo los ladrones asaltaron una vivienda en el barrio de Rubines, llevándose joyas por un valor de 6.000 euros. Los cacos habrían accedido al domicilio a través del garaje y, una vez dentro de la vivienda, tras revisar todas las dependencias, se incautaron de los objetos preciosos.

"No sabemos qué hacer. Estamos indignados y la Policía tampoco aporta soluciones. Por las noches no hay muchos efectivos en la zona y reclamamos una mayor presencia policial", aseveró José Manuel Lozano, presidente de la asociación de vecinos "Clarín". "Los lugareños estamos atemorizados", añadió.

A la vista de la falta de medios, el dirigente vecinal solicita la colaboración ciudadana. "Ya que vivimos en un pueblo y aquí nos conocemos todos, pido a los vecinos que si detectan algún comportamiento extraño en gente que no sea de la zona, por favor lo comuniquen a la Policía, a ver si así logramos parar esta sangría", sentenció Lozano.

Y es que los vecinos de Soto del Barco ya sufrieron en sus carnes una oleada de saqueos el pasado mes de diciembre, cuando los cacos entraron por la fuerza en cuatro viviendas del municipio. "Cuando parecía que se había vuelto a calmar la cosa, y que la vecindad volvía a la normalidad tras los robos de final del pasado año, ahora olvemos a las andadas; porque el modo de actuar de estos ladrones es el mismo que los de diciembre", explicó Lozano.

En el caso de Rubines los ladrones actuaron a plena luz del día, lo que para Lozano evidencia un "trabajo profesional". "Sospechamos que puedan tener compinches y que controlan las casas antes de entrar en ellas", aseguró.