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Los "cuatro de Bochum" están de vuelta

"Quedó demostrado que en Avilés recibimos buenos conocimientos", aseguran los alumnos que disfrutaron de una formación intensiva en una orquesta alemana

Por la izquierda, Diego Rodríguez, Martín Pérez, Covadonga López y Michael Tedders, en el Conservatorio Julián Orbón de Avilés. MARA VILLAMUZA

Covadonga López del Campo, Michael Tedders García, Martín Pérez Álvarez y Diego Rodríguez Fuertes son los "cuatro de Bochum". Todos ellos son alumnos del conservatorio Julián Orbón y acaban de aterrizar en Avilés desde Alemania, donde durante una semana participaron en un programa intensivo de formación con la Orquesta Sinfónica de Bochum. Tedders (violín), Del Campo (viola), Pérez (flauta) y Rodríguez (saxofón) fueron junto al madrileño Jorge Galán y un joven francés los únicos músicos sin nacionalidad germana que tuvieron la oportunidad de intervenir en el encuentro orquestal, gracias a la colaboración de Diego Aldonza, antiguo alumno del centro avilesino de formación musical, que forma parte de la Sinfónica alemana.

Del Campo, de 20 años, era la segunda vez que viajaba a Bochum. Sus compañeros, sin embargo, debutaban con esta experiencia. Los cuatro dejaron el pabellón avilesino muy alto. "Hicimos de solistas", precisa la joven música avilesina. El programa a interpretar estaba compuesto por el concierto para piano y orquesta número 1 de Beethoven -con la pianista Xi Zhai como solista- y la obra de Mussorgski "Cuadros para una exposición". "Yo tenía la impresión de que no íbamos a hacer nada y fue todo lo contrario. Eso demuestra que, en Avilés, estamos recibiendo buena formación", señala Tedders, de 17 años y también avilesino.

El trabajo en Bochum fue arduo. El 28 de marzo comenzaron los ensayos en la ciudad alemana, que se prolongaban durante unas nueve horas al día. Los músicos de la plantilla de la Sinfónica eran los encargados de trabajar con los chavales, que el 3 de abril ofrecieron un concierto en el "Audi-maxi der Ruhr Universitat Bochum, un auditorio con capacidad para 1.800 personas. "Las clases eran en inglés, aunque a base de escuchar alemán aprendimos bastantes expresiones y los números", precisó Martín Pérez, de 16 años y de Cangas de Narcea al igual que su colega Diego Rodríguez, de 18.

El trabajo complicado fue lo de menos para los del Julián Orbón. "Era una experiencia musicalmente difícil, pero conseguimos hacerlo bien", subrayó Del Campo. Tanto es así que después de una semana de trabajo infatigable y un concierto con la Sinfónica, los cuatro chavales del conservatorio avilesino deseaban volver a empezar. "El esfuerzo mereció la pena", coincidieron. En Bochum los cuatro aprendieron música, y también a convivir. Aunque apenas tuvieron tiempo para el ocio, los chavales, que estuvieron acogidos por familias, dedicaron una jornada a hacer turismo: conocieron Düsseldorf.

"Es una lástima que las orquestas españolas no tengan este tipo de iniciativas porque para los estudiantes es un incentivo muy importante", concluyó la directora del conservatorio Julián Orbón, Raquel García.

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