"Siempre he procurado trenzar el género fantástico con el realismo. Y es que esta mezcla satisface de igual modo el lado racional como el oscuro del lector", asegura Juan José Millás (Valencia,1946) un novelista de campanillas que nació vinculado al realismo, aunque, poco a poco, lo ha ido abandonando. De hecho "Lo que sé de los hombrecillos" (Seix Barral, 2010), su penúltima novela, ya se podía circunscribir dentro del ámbito de la pura fantasía."Siempre he practicado, de un modo o de otro, el género fantástico", apunta el novelista, que atendió ayer a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono. Tiene previsto acudir el próximo miércoles día 11 al auditorio del Centro Niemeyer, escenario en el que se someterá al escrutinio del catedrático de Teoría Literaria de la Universidad de Oviedo, Rafael Núñez. Los dos juntos charlarán largo y tendido sobre su última creación: "Desde la sombra" (Seix Barral, 2016), la historia de un tipo normal que, un día, de repente, se va a vivir a un armario.
El trenzado de la realidad y de la ficción es una labor en la que Millás se ha empeñado de manera concienzuda: "El realismo y lo onírico no pueden parecer yuxtapuestos", recalca. "Tanto en 'Lo que sé de los hombrecillos' como en "Desde la sombra' hay dos personajes a los que le suceden cosas extraordinarias, pero que viven en una realidad absolutamente cotidiana y reconocible por todos", apunta el creador de "La soledad era esto". "Y eso es lo que, de verdad, me gusta".
El escritor no puede negar que paga diezmos y primicias a Franz Kafka, el autor de "La metamorfosis"."Lo que envidio de él es su capacidad de crear artefactos que son simples en apariencia y complejos de fondo. Envidio esto mucho más que sus argumentos", reconoce el novelista madrileño, aunque de origen madrileño, poseedor, entre otros, de los premios Nacional de Literatura, el Planeta o el Nadal.
¿Y cómo surgió "Desde la sombra"? "Una novela que empezamos hoy se pudo haber empezado a fraguar hace décadas. Realmente, 'Desde la sombra' se empieza a fraguar en mi infancia, porque en mi casa había un armario igual al que describo: un armario de tres cuerpos que a mí me fascinaba y en cuyo interior he pasado muchas horas", reconoce el autor de "El desorden de tu nombre". "Durante todos estos años reviví una fantasía a la hora de ir a dormir: me dormía imaginando eso, que estaba dentro de un armario en una casa ajena, de que yo formaba parte de esa familia, pero a la manera de un daimon. Por alguna razón que ahora mismo no consigo recordar, hace dos años o dos años y medio, fue cuando empecé a escribir 'Desde la sombra'", apostilla el escritor. "Y es que necesitaba materializar esa fantasía, quizá para sacarla de la cabeza, porque ya no puedo seguir fantaseando con ella. Todas las novelas tienen un período de gestión mental, pero esa gestación de la criatura no dura lo mismo: seis meses, seis años o cuarenta. En el caso de 'Desde la sombra' ha durado mucho: cuatro décadas", subraya el nuevo invitado del ciclo Palabra en el Centro Niemeyer.
Millás comenzó a ser Millás cuando publicó hace treinta años "El desorden de tu nombre". ¿El novelista de 2016 es el mismo que aquel que empezaba a destacar dentro de aquello que se vino en llamar Nueva Narrativa Española? "Digamos que la respuesta convencional será: 'Sí, claro, yo sé que aquella época forma parte de una biografía'. Sin embargo, yendo al fondo del asunto, diré que en la lógica del sueño las cosas no pasan unas detrás de otras, o sea, la cronología en la lógica onírica se rompe. Me recordaba mi agente que en 'El desorden de tu nombre' hay un resumen de un cuento que es 'Desde la sombra': la historia del tipo que se mete en un armario. ¿Qué sucedió antes o qué sucedió después en la lógica de la vigilia? Desde luego que fue 'El desorden de tu nombre'. En la lógica onírica, que es, quizás, en la que más me muevo, yo no sé qué sucedió antes o qué después", asegura.
El autor de "Desde la sombra" fantasea con que su obra es una ciudad en la que las novelas forman grandes avenidas y los cuentos, los barrios periféricos. "Mi último libro es uno de los edificios más importantes de una de esas grandes avenidas".
