La alcaldesa de Avilés, la socialista Mariví Monteserín, está a unos días de celebrar el primer año de la victoria electoral que le aupó al cargo, "un puesto político" que le "ocupa las 24 horas del día, los siete días de la semana". Ahora, apenas tiene un momento para "leer y pensar", en lo que "antes invertía mucho tiempo". Pero el regreso a la política municipal, tras una larga trayectoria como diputada nacional, le ha devuelto al "contacto con la ciudadanía", algo que le entusiasma. En esta entrevista analiza esta nueva etapa en el Ayuntamiento, en el que comenzó su carrera cuando tan solo tenía 24 años. "Me implico al máximo", subraya. Nada más acabar la conversación acude al salón de recepciones del Consistorio para oficiar su primera boda entre dos mujeres.
-¿Cómo lleva lo de tener el mando y no poder sacar adelante muchos de sus proyectos?
-Soy muy tozuda. Me gustaría que todo fuera mucho más rápido y aquí hay cosas que quedan sobre la mesa una y otra vez, pero a la tercera suele ir la vencida. En eso estamos. Me gustaría que las líneas fuesen más rectas y tengo que dar muchas curvas, pero como soy del Occidente estoy muy acostumbrada a conducir por curvas.
-"Hará falta mucho diálogo y mucho café", dijo cuando ganó hace un año las elecciones, ¿se lo toma solo con el PP o es que con los grupos más a la izquierda no ve negociación posible?
-(Ríe) Yo creo que con quien más cafés he tomado es con (David) Salcines (portavoz de Somos), lo que pasa es que no todos los cafés dan el mismo resultado. Ahora mismo hemos tenido un acuerdo puntual con el PP para sacar adelante las inversiones que propondremos al Pleno, pero eso no quiere decir que no se llegue a otro tipo de acuerdos. Para acordar cosas con respecto a la política global de la ciudad hay que partir de un análisis un poco compartido. Nosotros trabajamos con una idea muy clara de ciudad y tenemos en cuenta siempre el interés general. Otros grupos están en cosas muy particulares, concretas y lejanas del interés general.
-Pero solo encuentran sintonía con el PP, partido con el que han conseguido sacar adelante en el Pleno las ordenanzas fiscales y ahora las inversiones de 2016. ¿No teme que les pase factura electoral?
-Creo que no. Una cosas son las elecciones generales y otra el interés de la ciudad. Llevamos un tiempo muy largo de parón político a nivel estatal, pero nosotros no podemos resignarnos a que la ciudad esté parada por esa situación nacional. Creo que después de mucha conversación, al menos el PP ha entendido eso. Esta ciudad no se puede permitir el lujo de pararse. Y en esta ciudad se distinguen muy bien unas elecciones de otras. Cuando tenía el despacho abierto como diputada, los ciudadanos nunca me vinieron a ver para cosas que no tuvieran que ver con el Congreso; creo que Avilés es muy madura políticamente y que los ciudadanos saben distinguir.
-¿Teme que la falta de entendimiento con Somos, IU y Ganemos se agudice aún más con "Unidos Podemos"?
-No, aquí ya hay una sintonía total entre IU y Somos, y están en una posición de no aportar ninguna idea creativa y positiva. Se enredan en cosas que no tienen el más mínimo interés.
-¿Por ejemplo?
-En la atención a todo lo relacionado con animales. Es cierto que tenemos una asignatura pendiente, que es el albergue de animales, en la que seguimos trabajando con los otros ayuntamientos afectados. Pero a partir de ahí no es un problema fundamental de la ciudad. Decir que es un panorama desolador la situación con el Cine Patagonia, como defiende Salcines... Desolador es tener un plan general de actuación para el casco histórico de Avilés y dejarlo sobre la mesa por no invertir tiempo en trabajar, estudiar y ver si es bueno para la ciudad. También están muy entretenidos en intentar buscar aquellos espacios en los que cometemos errores administrativos o algún problema burocrático e ir hacia recursos judiciales y cosas de estas. Creo que hay cierto interés por retirarnos a algunos de la política por la vía de la inhabilitación, los veo muy entretenidos en eso. No me preocupa en absoluto, pero no es una forma habitual de hacer política.
-¿Qué responde a quienes aseguran que ha sido un año en blanco?
-Me gustaría haber avanzado mucho más rápido, haber tenido el presupuesto municipal hace tres meses y no tener que estar ahora haciendo el mismo planteamiento. Podíamos haber ido en línea recta, pero eso no depende solo del equipo de gobierno. Nuestro esfuerzo es máximo en este planteamiento de conseguir invertir nueve millones, algo que requiere un esfuerzo técnico considerable por el encorsetamiento que ha hecho el Ministerio de Hacienda a la Administración Local para aplicar los remanentes.
-Dicen en el PSOE que el parking del Niemeyer está abierto gracias a usted, ¿era uno de sus principales objetivos a corto plazo?
-No, no era el principal, pero sí era importante. Era absurdo tener una instalación estupenda como esa cerrada. También se empleó a fondo en ello el presidente de la Fundación (el viceconsejero Vicente Domínguez). La administración suele hacer lo difícil y no hacer lo fácil. Lo difícil era construir el Niemeyer y que tuviera ese parking. Lo fácil era abrirlo, y resulta que no se podía. Era importante conseguirlo para que el centro tenga la imagen que le corresponde. Es una suerte que el Niemeyer se haya hecho en Avilés, es un reclamo para las visitas, un potencial importante, pero está teniendo muchas manchas pequeñas que le impiden florecer con toda su capacidad.
-¿Y consiguen limpiar esas manchas?
-Desde la Fundación estamos trabajando a fondo para que se corrijan. No es una tarea fácil, tampoco tenemos muchos recursos (vamos muy ajustados económicamente), pero tenemos que abandonar esa idea de que el proyecto no es eficaz por tener un parking cerrado o por tener un contrato en la cafetería, algo que tampoco es fácil resolver precisamente por esa imagen que tiene el centro.
-¿Considera que el centro está cumpliendo las expectativas?
-Las expectativas se cumplirán con el tiempo. Hay que tener muy clara la dirección e ir resolviendo poco a poco cada problema. Lo que estamos programando se llena, estamos acertando. Poco a poco vamos solucionando los problemas, pero que nos den un poquito de tiempo.
-Hay sectores que sostienen que la ciudad no se promociona de forma adecuada, ¿lo comparte?
-Eso es verdad, creo que necesita mucha más promoción. Avilés tiene mucho potencial y da la sensación de que no nos lo acabamos de creer. Tengo el empeño de promocionar la ciudad para impulsar la actividad turística y comercial (ahí también están haciendo un esfuerzo otras instituciones, como la Unión de Comerciantes y la Cámara de Comercio). Pero además hay que promocionar la ciudad porque es estupenda para vivir. Avilés tiene un tamaño muy razonable, una vida social y cultural muy intensa, muy buenos equipamientos públicos, un nivel de enseñanza por encima de la media y unas capacidades de conciliación de la vida laboral y personal muy altas. Podemos invitar a mucha gente joven a hacer su proyecto de vida aquí. Hay personas que trabajan en Avilés y su entorno y que prefieren residir en Gijón o en Oviedo. Tenemos que hacer un esfuerzo y hacer un buen planteamiento de promoción de la ciudad no solo para visitarla sino para invitar a vivir en ella.
-¿Verán algún día los avilesinos la ría saneada? El colector industrial está averiado tras cinco años construido y sin uso.
-Eso es tan difícil de explicar como lo del parking del Niemeyer. Tampoco tiene un pase, y creo que es muy achacable a la Administración General del Estado y a la Confederación Hidrográfica. Me he dirigido tanto a la Consejera (de Infraestructuras, Belén Fernández) como a la Confederación para decirles que tienen que hacer sus deberes. Para Avilés es muy importante cerrar las inversiones que se han hecho en saneamiento para tener la ría en buenas condiciones, es fundamental para la ciudad.
-¿Una porra para las próximas elecciones?
-Uy, no.
-Será que lo ve muy negro.
-El panorama político general está muy complicado. Me gustaría un cambio de Gobierno liderado por mi secretario general (Pedro Sánchez), pero veo dificultades objetivas. A mí me gusta la política que transforma de verdad la realidad y la política que hay a la izquierda del PSOE no es transformadora, es gestual. Lo único que se han propuesto es comer espacio al PSOE sin que haya nada detrás. Me preocupa mucho la entrada de la frivolidad en política. Percibo mucha intensidad crítica sobre la socialdemocracia de verdad por parte de esa izquierda y de la derecha. Somos la diana de ambos.
