La segunda remesa de bonito del Norte se subastó ayer en la rula avilesina a 9,40 euros el kilo de media. La tripulación del "Gure Fátima", un pesquero con base en el puerto vizcaíno de Bermeo, descargó en Avilés 6.177 kilos de bonito de distintos tamaños: grandes, "recortados" o medianos y "monos" o pequeños. Con esta venta, la rula avilesina da oficialmente por iniciada la costera de bonito del Norte y la previsión es que el número de descargas aumente en los próximos días. Así, pues, el lunes está prevista la llegada de otro barco con el "pez del verano".

La temporada del bonito del Norte la abrieron el pasado día 30 de mayo los barcos "Esmeralda III", "Berriz Amatxo" y "María Digna II", los primeros en desembarcar en Avilés unos 4.000 kilos capturados a doscientas millas al oeste de Finisterre. Las cajas con los primeros bonitos del Norte de la temporada se vendieron a un precio récord: 200,80 euros el kilo, ochenta más que en 2015. Es decir, por un ejemplar de ocho kilos de peso el comprador pagó 1.600 euros. El mismo día se rularon bonitos grandes a 47 euros el kilo, medianos a doce y "monos" a ocho, de media. Los 9,40 euros el kilo alcanzados ayer en la rula avilesina "son un buen precio", según resaltaron empleados de la rula.

Los pescadores que cada año dedican el verano a la pesquería del bonito se muestran optimistas este año pues desde el primer día están capturando bonitos de distintos tamaños. "Esto significa que hay bastantes", señalaron los pescadores para satisfacción de los amantes de esta especie que reina en las mesas cada verano.

Tamaños

El bonito, también conocido como atún blanco, es un pescado azul y de agua salada que en función de su tamaño se conoce como "grande" (más de 7 kilos, puede alcanzar los 30 o 40), "recortado" (entre 4,5 y 6,5 kilos) y "mono" (hasta 4,5 kilos). ¿El más sabroso? El grande. De ahí es de donde se extrae la mejor ventresca, el mejor rollo (realizado con la carne desmigada que se localiza en las zonas más próximas a las espinas), los mejores solomillos y lomos. El bonito es un gran depredador de los mares; se alimenta de sardinas, anchoas y jureles. De ahí que cuanto más tamaño alcance tenga, más sabor en la cocina.