El acero alemán que se utilizará para ampliar el puente de Rande, el colosal viaducto de 148 metros de altura que cruza la ría de Vigo, hace escala en Avilés antes de emprender camino hacia el taller orensano donde tomarán forma las diferentes piezas a ensamblar posteriormente in situ. Las primeras planchas importadas para el proyecto vigués han sido desembarcadas en el puerto avilesino y se hallan en un taller del parque empresarial de la ría a la espera de instrucciones precisas sobre cómo deben ser cortadas. Se trata de un lote de 1.500 toneladas de chapa gruesa de acero de muy alta elasticidad fabricada por la acería germana Dillinger Hütte, una firma que goza de gran reputación en la fabricación de aceros especiales para la construcción; en su haber figura, por ejemplo, el hito de haber colado en 2010 una plancha de 450 milímetros de espesor, lo que supuso un récord mundial.
La empresa avilesina importadora de este sofisticado acero es Hierros Marcelino Franco, que a través de su filial Aceros Avilés preparará ahora el producto para la siguiente fase del proceso constructivo. Así, la previsión es cortar las chapas a la medida necesaria en el taller de la ría, "granallarlas" (pulirlas), biselarlas y proceder a su pintado; posteriormente habrá que llevarlas por carretera a la localidad orensana de Carballiño, donde otro taller tiene el encargo de dar forma a los planchones para conformar la base de los nuevos carriles voladizos con que se ampliará el actual puente de Rande. La previsión logística es fletar al menos 60 transportes especiales de gran anchura para el envío de las piezas a Galicia.
Las chapas que han llegado a Avilés serán las utilizadas para construir el soporte (las "costillas") de los futuros carriles voladizos del viaducto de Rande; próximamente se confía en captar también el encargo de la importación del acero necesario para construir los tableros del puente, que en su caso requerirá trabajar con chapa gruesa de gran longitud. En medios empresariales avilesinos hacen ver que la confianza depositada, una vez más, en una empresa avilesina para suministrar el acero de esta gran obra pública evidencia el prestigio y la capacidad de las firmas locales del sector del metal y la existencia de medios técnicos para abordar cualquier fase del proceso de transformación de la materia prima sin importar el tamaño de las piezas o las exigencias de calidad.
La planta orensana que debe hacer la siguiente transformación de este acero llegado a Avilés tiene que fabricar 76 dovelas que, mediante su ensamblaje, formarán los dos tableros a añadir al puente de Rande; estas dovelas, según los planes de la empresa constructora, serán izadas desde el mar a su posición final con ayuda de un sistema de grúas. La ampliación del simbólico puente vigués tiene un presupuesto de 130 millones y un plazo de ejecución de 23 meses.
