El salón de actos del Museo Marítimo de Asturias en Luanco se llenó ayer para la conferencia del médico e historiador José María Manuel García-Osuna Rodríguez bajo el título "V Centenario de la muerte del Rey Fernando el Católico (1516-2016), en la que el experto hizo un repaso de la vida del monarca de Aragón y rebatió numerosos mitos que rodean la figura del que fuese esposo de Isabel de Castilla, de la que, asegura, "nunca estuvo a la sombra".

"Por mucho que se diga, en aquella época las mujeres ni gobernaban ni reinaban. Fernando no estaba a la sombra de Isabel como se quiere hacer creer", aseguró el doctor en Historia Antigua sobre el monarca al que considera "uno de los tres reyes esenciales" en la historia de España.

Entre los muchos hitos logrados por Fernando de Aragón, destaca haber sufragado la expedición de Cristóbal Colón en la que, casualmente, se descubrió América. "Las relaciones entre el explorador y Fernando eran malas. El genovés era un personaje muy extraño y ponía una exigencias en las negociaciones que el rey no podía permitir", afirma.

Tampoco tuvo buenas relaciones el monarca con la nobleza, y es que según palabras de García-Osuna, "Fernando desmochó los castillos y privó de privilegios a los nobles". El que fuera uno de los padres de la lucha contra la herejía, también tuvo sus encontronazos con la Iglesia. "Era un hombre muy pragmático, y apoyó la inquisición por culpa Fray Tomás de Torquemada, que era un personaje lamentable. Fue el mismo que le obligó a expulsar a los judíos, cuando él no quería", repasó.

Sobre la muerte del monarca, García-Osuna asegura que falleció por "hidropesía", un problema "hepático o renal". "Le daban todo tipo de pócimas extrañas, desde testículos de toro a cuernos de rinoceronte, para que su segunda mujer, Germana de Foix, se quedase embarazada. Creía que, en caso de tener un hijo, tendrían que aceptarle como Rey de Castilla otra vez", aseguró el doctor e historiador.