Una colorida y animada cabalgata de carrozas recorrió ayer el pueblo de Antromero en la jornada de clausura de las fiestas de San Pedro, que se despidieron hasta el año que viene por la puerta grande. Gran cantidad de vecinos y visitantes, aprovechando la soleada tarde, se arremolinaron a los márgenes de la carretera que discurre por el pueblo para ver desfilar a la comitiva, formada por siete artilugios y amenizada por el grupo folclórico "Ocle" de Bañugues y la charanga "Pepe el Chelo" de Candás. La asociaciones "El Pico" de Bañugues, Luanco Recuperación de Tradiciones, Enlaze de Laviana; así como varios vecinos de la localidad, fueron los encargados de hacer disfrutar y festejar a grandes y pequeños en una tarde para enmarcar.

Aún así, la mañana del domingo había empezado fuerte, con el certamen de bicicleta de montaña organizado por la comisión de festejos de Antromero, en la que participaron cerca de 300 ciclistas. Al mediodía, vecinos y visitantes se reunieron en el "prao de la fiesta" para degustar una enorme paella, de la que se sirvieron 600 raciones.

Tras el desfile de carrozas, y ya por la noche, tuvo lugar uno de los actos más emotivos de todo el programa de San Pedro. La comisión de festejos entregó su máxima distinción, el Turullo de bronce, a Emilio Posada; vecino de la localidad, que cuenta con una dilatada trayectoria de colaboración con el tejido asociativo tanto de Gozón, concejo del que es natural, como del vecino Carreño. Esta vida dedicada a los demás le llevó a participar en diferentes asociaciones vecinales, la Banda de Música de Candás o diversas entidades de organización de fiestas.

Como colofón, y también como despedida, la orquesta "Olympus" actuó en la verbena de la noche, con la que se puso el punto y aparte, hasta el año que viene, a la que es, sin duda, una de las fiestas del concejo de Gozón que más gente arrastra.