"Es una tomadura de pelo que se juegue con las expectativas laborales de la gente", sentenciaron ayer varios de los afectados por la decisión del gobierno local de renunciar a la convocatoria regional de la escuela taller y el taller de empleo. "Tenemos la sensación de que nos han usado; creo que nos merecemos un respeto, somos gente en paro, de larga duración, y esto es una patada en el culo", añadieron algunos de los aspirantes a beneficiarios de esos programas, que cargaron contra el Ayuntamiento por haberlos hecho pasar "este trago".

Tanto los presentados al proceso de selección de monitores como al de alumnos estaban en ascuas desde hace dos meses, cuando se realizaron las pruebas. Desde entonces, no habían tenido ni una sola comunicación por parte del Ayuntamiento a pesar de que en varias ocasiones exigieron una explicación a los responsables municipales por la demora (los cursos se tenían que haber puesto en marcha el 16 de junio y solo quedaba por publicar las listas de admitidos). Hasta el pasado jueves, cuando el PSOE decidió, basándose en un informe interno, suspender la convocatoria por la "inseguridad jurídica que supondría su puesta en marcha" y renunciar a los 940.000 euros de financiación regional y de fondos europeos. Y es que recientemente, el gobierno local tuvo que asumir como personal propio e indefinido a una persona que había desarrollado su labor en una anterior escuela taller y, además, ha habilitado dos plazas más para cuando se hagan firmes otras dos sentencias en el mismo sentido.

"Es una cuestión ilógica desde cualquier punto de vista, pero sobre todo de gestión. En otros ayuntamientos no han tenido problemas para convocar los talleres de empleo y sí en Avilés. Deberían mirar a ver qué soluciones encontraron para no tener esa inseguridad jurídica que ahora alegan. Este es un recurso importante en políticas de empleo y es una sobrada que este ayuntamiento se permita al lujo de renunciar a contratar a 59 personas -once monitores, auxiliares administrativos y un director y 48 alumnos- y a 940.000 euros. Es una clara irresponsabilidad política", aseveró uno de los candidatos a uno de los puestos de monitor, que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias antes posibles convocatorias en un futuro.

Los candidatos critican, además, que la situación generada por el Ayuntamiento ha provocado que alguno de ellos perdiera la posibilidad de optar a otras ofertas de empleo, ya que estaban a la espera de saber si finalmente iban a integrarse en los programas organizados en la ciudad. "Todo se truncó de manera inesperada. Pasas por un proceso de selección y esa demora en el tiempo condiciona otras perspectivas laborales. También tus decisiones personales", afirmó un perjudicado por la renuncia municipal.

Por el momento, muchos de los damnificados rechazan iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento, aunque algunos no lo descartan e incluso van a consultar con abogados laboralistas para ver si pueden presentar reclamaciones por los daños ocasionados. Otros afectados sostienen que el propio Ayuntamiento puede ser penalizado por el Principado por rechazar a última hora una subvención concedida. "Igual no puede presentarse a siguientes convocatorias", advierten.

La escuela taller anulada estaba relacionada con el mundo cultural -animación musical y visual, cámara de vídeo y gestión de marketing- mientras que la escuela taller era para formar a especialistas en rehabilitaciones urbanas.