El "turismo marinero", como se conoce al uso para ocio de barcos pesqueros o de otras instalaciones relacionadas con esta actividad, es relativamente novedoso en España, aunque ya cuenta con muchos adeptos, sobremanera en las comunidades autónomas del Mediterráneo. En las islas Baleares, el gobierno regional acaba de aprobar una norma que pretende regularlo para que la flota pueda obtener unos recursos extra, especialmente durante la temporada estival. También en Andalucía y en la Comunidad Valencia se ha puesto en marcha una legislación similar. Y en Galicia, se han regulado estas actividades, que ya se realizan desde hace años.
En el caso de Asturias, el uso de pesqueros para turistas será mucho más limitado que en las regiones mediterráneas porque el mar Cantábrico no es propicio para esta tipo de travesías durante buena parte del año. No obstante, el Principado está convencido de que puede suponer un nicho de negocio importante y ya ha contactado con varios armadores para comunicarles sus planes. Por el momento, los profesionales del sector ven con buenos ojos esta diversificación de su actividad, aunque están a la espera de conocer los detalles de la norma que ultima el Ejecutivo regional.
Este tipo de actividades sí están más consolidadas en otros países, como por ejemplo Italia o Grecia, aunque no siempre con una regulación demasiado clara. El Principado quiere tener un control de los barcos que viajarán con turistas para extremar la seguridad. Y la gran novedad que el Gobierno regional quiere implantar en Asturias es complementar esos viajes por alta mar con visitas a las rulas y la degustación del producto recién pescado en restaurantes próximos a los puertos. De esta forma, los turistas pagarían por un pack completo y podrían disfrutar de una jornada muy ligada al mar en toda regla. Aún es pronto para conocer los precios ni la duración de la actividad, pero los primeros pasos ya se han dado, a la espera de que el Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca remate la legislación general.
