La nueva ordenanza de terrazas de Gozón comienza su andadura administrativa y ya está en exposición pública durante treinta días para que aquellos interesados presenten alegaciones a un documento que busca ordenar la convivencia entre los hosteleros y los vecinos. "No pretendemos que nadie se quede sin terraza, pero sí que todo el mundo se mueva libremente por Luanco", aseguró ayer el alcalde, Jorge Suárez. El Regidor explicó que la ordenanza es "bastante básica" y rechazó la crítica de que con su aprobación quiera recaudar más.

"No podemos bajar la recaudación ni por terrazas ni por contribución debido al nivel de endeudamiento que tiene este ayuntamiento. Lo único que queremos es que los hosteleros paguen por lo que tienen, ya que algunos llegaron a insinuar que, ahora, no lo hacían. Eso sí, si vemos que con la aplicación de la ordenanza supone un gasto demasiado oneroso para ellos, lo que igual hacemos es bajar la ordenanza fiscal", comentó el Alcalde.

Suárez defendió la necesidad de implantar una normativa, sobre todo por los problemas de movilidad y accesibilidad que hay en alguna de las calles, como Teatro, donde se juntan dos terrazas en pocos metros. "Nos llegaron a llamar porque por ahí no pasaba una silla de ruedas, y eso no puede ser", aseveró. De ahí que la previsión sea que, como sucede en Avilés, se pinten en el suelo unas marcas que señalen hasta dónde se pueden colocar las mesas y sillas. En cada calle tendrá que haber un ancho mínimo de 1,50 metros para la circulación de peatones.

Otra de las quejas a las que se ha tenido que enfrentar el gobierno es la de aquellos vecinos que ven cómo algunos bares ocupan parte de sus fachadas con las terrazas. "Una vez que se aplique la normativa, un bar podrá ocupar una fachada colindante, pero siempre con su autorización expresa, para que no haya problemas", explicó.

El proyecto también incluye un tratamiento especial para las terrazas de La Ribera. La idea del gobierno es que los bares de la zona retiren los elementos fijos de las terrazas durante los meses de invierno, entre diciembre y febrero, para evitar incidentes en el caso de que haya temporales, como sucedió en años anteriores. "Tenemos que esperar a las alegaciones, pero igual en vez de restringirlo tanto a unas fechas, se puede avisar de que las retiren con varios días de antelación, cuando haya alerta de temporal", aseveró.