Los abanicos fueron los grandes protagonistas del pleno celebrado ayer en un caluroso salón del Ayuntamiento de Avilés en el que apenas se vivieron sobresaltos. Solo al inicio, cuando la concejala de Ciudadanas, Carmen Soberón, se equivocó a la hora de votar y su posicionamiento hizo que se quedara encima de la mesa la aprobación de un reconocimiento extrajudicial de crédito con el que, paradójicamente, estaba de acuerdo. Somos había pedido retirarlo del orden del día a la espera de una revisión de oficio. A partir de entonces, golpes de abanico solo interrumpidos por algunos anuncios, como el del concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga, que trasladó la intención del gobierno de negociar con Correos que el edificio de la calle de la Ferrería, ahora propiedad de la sociedad pública por decisión de un juez, "pueda tener un uso municipal".

"Es un edificio interesante que puede mantener usos públicos relacionados con la administración local. Negociaremos con Correos cuáles son las condiciones. Es un edificio emblemático", dijo el edil socialista. Una opción secundada por Constantino Álvarez, concejal del PP; Carmen Pérez Soberón, de Ciudadano, y por Agustín Sánchez, de Ganemos.

El otro anunció sucedió ya a punto de cerrarse la sesión, durante el turno de ruegos y preguntas. El asunto a debate: el cine Patagonia y el derribo de su fachada pese a ser un edificio susceptible de entrar en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) junto a otros cinematógrafos de la región. El caso está en manos de la fiscalía por decisión de Somos Avilés. Luis Ramón Fernández Huerga explicó que ayer mismo el Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias comunicó al Ayuntamiento su acuerdo desfavorable a la inclusión del Patagonia en el inventario. Lo que no explica es si la razón es porque ya está una parte derruida. Ahora, ese informe se trasladará también a la fiscalía, para que lo tenga en cuenta en sus diligencias de investigación.

Antes de comunicar la decisión de Patrimonio, Fernández Huerga volvió a insistir en que la concesión de la licencia de demolición fue un "error" al no tener constancia de que el edificio podría ser catalogado. Aprovechó para criticar a Somos y les acusó de plantear la política con el único objetivo de buscar casos de corrupción a los gobiernos que no son de su color político. "Parece que por no ser de tu partido o ser de la casta somos proclives a la corrupción por una cuestión genética. No es el caso", espetó.

A preguntas de Somos, el concejal de Urbanismo aseguró que la licencia se había concedido en el plazo normal en ese tipo de expedientes y tildó de "ofensiva" la insinuación de que algún miembro del gobierno había dado instrucciones a los técnicos para que obviase la notificación del Principado y la resolución del BOPA en la que se anunciaba el inicio del expediente para incluir al cine Patagonia en el inventario cultural.

La Corporación municipal votó por unanimidad varios puntos del orden del día, como el gasto plurianual para acometer las obras de reurbanización de Santa Apolonia, el incremento del 1 por ciento a personal municipal o la ordenanza reguladora del estacionamiento de autocaravanas. También un acto institucional para declarar Avilés "libre de agresiones sexistas". Así, los ediles declararon la ciudad, "así como todas sus fiestas, libre de agresiones sexistas, apostando por la tolerancia cero con la violencia machista, comenzando con las fiestas locales, desarrollando líneas de trabajo como campañas de sensibilización orientadas a acabar con el machismo en todos los espacios, todos los días del año, incluidos los festivos".

Por contra, la oposición obligó a dejar encima de la mesa la modificación de los estatutos del consejo sectorial de Juventud para que puedan participar jóvenes que ya sobrepasen la edad límite: 16 años. La propuesta fue defendida por uno de los chavales afectados, Luis Cortina, que vio truncada la iniciativa de los propios jóvenes al considerar la oposición que había que adaptar ese consejo al reglamento de Participación Ciudadana. "Lo siento, Luis", le dijo la alcaldesa, Mariví Monteserín, cuando terminó el debate.