La línea que fabrica vidrio para la construcción en la factoría avilesina de Saint-Gobain ha logrado, al fin, estabilizar su producción, que se sitúa en un nivel "aceptable" a ojos de los sindicatos de la compañía. Tal circunstancia es tranquilizadora, en tanto que permite pasar página después de que la crisis golpeara duro a ese departamento, y puede ser explicado por la decisión de la empresa de fabricar en Avilés vidrios de última generación, fruto de los resultados obtenidos en proyectos de investigación y que tienen un alto valor añadido. A grandes rasgos, la gama de vidrio para la construcción que produce la fábrica avilesina tiene altas prestaciones en cuanto a la resistencia térmica y acústica, lo que los convierte en un producto interesante para el mercado. A este giro productivo pensado para potenciar la producción vidriera en Avilés se unió la apertura de nuevos mercados, pues la empresa entendió que la demanda peninsular es aún demasiado débil.
En línea con la estabilidad productiva lograda por el departamento de vidrio para la construcción, la otra gran división de la factoría de La Maruca, el vidrio para automoción, funcionó a pleno rendimiento en el primer semestre del año, si bien la finalización del plan PIVE (el estímulo gubernamental para la venta de coches nuevos) añade una incertidumbre sobre lo que puede deparar la segunda mitad del año. En todo caso, desde Semana Santa está trabajando un quinto equipo de refuerzo en la fábrica (lo que eleva a 70 la cifra de trabajadores eventuales contratados) y la previsión es que este planteamiento se mantenga hasta octubre. Este grupo de trabajo tiene como objetivo reforzar la línea de vidrio para automoción, el área conocida como Sekurit.
La estabilidad lograda en la línea de productos para la construcción gracias a la apuesta por fabricar vidrios de alto valor añadido conecta de lleno con el buen comportamiento generalizado que tuvieron durante el primer semestre a escala mundial las ventas de lo que Saint-Gobain denomina "materiales innovadores"; la empresa colocó en el mercado hasta un 4,4 por ciento más de esos productos, algunos de los cuales salen de la factoría avilesina. Los márgenes operativos de estos materiales aumentaron desde el 10,2 por ciento hasta el 11,2 por ciento.
El balance económico del primer semestre del año hecho público hace unos días por la multinacional francesa destaca "el buen impulso del negocio de vidrio para automoción, con la excepción del mercado brasileño" y el dinamismo de los mercados de construcción en Asia y los países emergentes, si bien la empresa también asegura haberse beneficiado de "la recuperación de los mercados en Europa occidental".
En líneas generales, los primeros seis meses del año afianzaron el crecimiento de Saint-Gobain en todas las áreas de negocio, lo que el presidente mundial del grupo, André de Chalendar, interpreta como la recompensa "por los esfuerzos de optimización operacional realizados por la compañía, particularmente en Europa occidental (el área geográfica a la que está adscrita la fábrica de Avilés)". Tras un primer semestre que deparó resultados "en línea" con los pronósticos que había hecho Saint-Gobain, la multinacional francesa prevé para lo que queda de año que sigan creciendo los mercados de Europa occidental -si bien introduce una excepción por la incertidumbre que genera la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea-, el ahorro de unos 100 millones de euros en costes operativos (en el primer semestre ese ahorro fue de 150 millones) y la ejecución de inversiones por valor de 1.400 millones de euros.
Al respecto de las inversiones, la sección sindical de la UGT en la fábrica de La Maruca insta a la empresa a poner sobre la mesa un proyecto inversor con calendario incluido para planificar el rumbo futuro de la factoría de La Maruca. "La demanda de un plan industrial a tres o cinco años vista es vieja, pero la dirección da largas al asunto alegando que el entorno económico aún es confuso", lamentó el sindicalista Fernando Ureta, de la UGT.
