¿Alguna vez has sentido miedo al volver a casa sola de noche? ¿Cuántas veces has escuchado que una chica no debe andar sola por la calle a ciertas horas? ¿Estás harto de ver actitudes y comportamientos machistas?

Los espacios públicos son para el uso y disfrute en libertad de cualquier persona, sea cual sea su género. Pero vivimos en una sociedad que supura machismo. Solo un ejemplo: el Observatorio Socioeconómico del Ayuntamiento de Avilés, registró en 2012 2.431 denuncias por violencia de género en Asturias, de las cuales 243 se dieron en Avilés. Otra cuestión son las agresiones sexistas no denunciadas al "ser consideradas de menor gravedad".

Los ataques son sólo la punta del iceberg de un sinfín de actitudes que discriminan o atentan contra la dignidad de las mujeres a diario y que socialmente son normalizadas y justificadas. De ahí la importancia de apelar al sentido de responsabilidad de toda la ciudadanía para construir otro modelo de sociedad, aprendiendo a identificar y rechazar esas actitudes y a quien las lleva a cabo.

Con esta intención, surge Avilés Libre de Agresiones Sexistas, movimiento ciudadano que nace para prevenir, visibilizar y sensibilizar a la población sobre las agresiones sexistas en todas sus formas. Somos feministas y alzamos la voz para hacer respetar nuestros derechos.

Y rotundamente no, no hace falta vivir los Sanfermines de Pamplona para rechazar abierta y frontalmente cualquier comportamiento machista. Tenemos la oportunidad de quitarnos la venda de los prejuicios y beber de experiencias de organización popular como las de Barañáin (Navarra), Mallorca, Málaga, Bilbao o Manresa (Barcelona).

Avilés tiene unos 85.000 habitantes. Barañáin, una localidad próxima a Pamplona, cuenta con unos 20.000. En ese municipio navarro, las acciones desarrolladas en pro de unas fiestas populares con espacios abiertamente antisexistas, son múltiples. Los colectivos sociales, en sintonía con el Ayuntamiento, desarrollan iniciativas para identificar comportamientos machistas. También impulsan campañas en negocios hosteleros con sus respectivos talleres de sensibilización y acción ante posibles agresiones sexistas que puedan darse durante las fiestas. Avilés no podrá ser equiparable a Pamplona, por volumen y población, pero seguro que tendríamos opción de fijarnos más en Barañáin y su capacidad de respuesta popular ante este problema social.

Tenemos bien claro que no vamos a soportar babosos y que absolutamente siempre ¡no significa no!