El grupo "Broken Brothers Brass" trajo a Avilés un pedacito del Carnaval de Nueva Orleans en el marco de "La Grapa Black Festival". La banda pamplonesa, con su sonido a base de funk, gospel y un poco de jazz, pero, sobre todo, con mucho ritmo, partió del Carbayedo en un desfile al más puro estilo "Mardi Grass", la fiesta del martes carnavalero en la ciudad estadounidense que se tiene por cuna de la música negra

Poco a poco, la gente se fue uniendo al son de los acordes de la banda por las calles del casco histórico de la ciudad hasta llegar a Carlos Lobo, donde el viernes y ayer la música de raíz afroamericana fue protagonista en la segunda edición del festival nacido el año pasado a la sombra de La Grapa.

En el parque desde el que salió el desfile, "Broken Brothers Brass" calentó motores y sedujo a los primeros miembros de la comitiva. De ahí, siguieron por la calle Galiana, donde la gente miraba con curiosidad, pero todavía con cierta frialdad. Eso sí, unos recién casados en plena celebración del día de su boda pudieron bailar una movida versión de la marcha nupcial improvisada por los músicos. Y es que esa es una de las especialidades de la banda y de todo carnaval que se precie: la improvisación.

En la plaza de España el público se fue animando y aparecieron los primeros coros. Había poca letra acompañando a la música, pero los estribillos eran pegadizos y el público no desperdició la ocasión de acompañar a los directores del desfile. "Ahora veniros todos aquí al lado, a la plaza Carlos Lobo, donde seguiremos tocando", gritó uno de los integrantes de la banda después de agradecer a los organizadores que el festival sea una realidad.

La comitiva continuó por la calle de la Fruta hasta la plaza de Alfonso VI, donde el grupo volvió a jalear al público para que le siguiera. Entonces llegó el turno de uno de los invitados especiales al desfile, el rapero Kloy MC, que improvisó una canción acompañado por el ritmo afroamericano que impregnó todo el recorrido. "Esto es como el flautista de Hamelin, cada vez se junta más gente", afirmó Jorge Navarro, que siguió los dos días del festival y destacó la calidad de los grupos que formaron el cartel.

Danzantes y curiosos recorrieron los últimos metros del desfile hasta la ubicación del festival, donde estaba previsto que la banda navarra abriera los conciertos. Un parón de unos minutos pareció enfriar los ánimos del público, pero al poco de subirse al escenario, "Broken Brothers Brass" recuperó el pulso de los presentes. Y es que ese es el propósito de la banda navarra, el mismo del "Mardi Grass", hacer que los presentes disfruten de la vida con sus ritmos desenfrenados.

No fueron los únicos que encandilaron al público ayer en la plaza avilesina. El programa seguía con tres actuaciones más que inundaron la plaza de soul y rhythm & blues: la multicultural banda "The Lucilles", con miembros de España, Argentina, Norteamérica, Portugal y Francia; "Shaolin Temple Defenders", llegados de Burdeos para mostrar su dilatada experiencia sobre el escenario; y "Adrian Costa & The Criers" y su fusión de ritmos sintetizados, latinos, funk y rock con base en el R&B clásico.

Por el escenario de Carlos Lobo pasaron en la primera noche del festival otros tres grupos: "The Black Note", "Nick Pride & The Pimptones" y "The HellBuckers", mientras que los DJ's Miguel Arias y Mosk Selector fueron los encargados de abrir el apetito musical de los presentes en los dos días de conciertos. Con el desfile y las actuaciones de ayer, el festival de música negra de Avilés cerró su segunda edición, con otro éxito de público ansioso por ver música en directo y sonidos diferentes en la ciudad. De ahí que los organizadores, Dani Allman y Víctor Velasco, ya estén pensando en la próxima edición.