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La Figura De La Semana | ALFONSO LÓPEZ MENÉNDEZ | NUEVO PÁRROCO DE SAN NICOLÁS DE BARI

Un cura montañero en la cima de la Iglesia avilesina

El joven sacerdote, trillizo y con un hermano también religioso, es un amante de la lectura existencialista

El sacerdote Alfonso López Menéndez, junto a su perro "Peter", en una de sus salidas por los Picos de Europa.

Alfonso López Menéndez tiene dos perros. Se llaman "Peter" y "Capone" y, junto a ellos, el avilesino ha recorrido los Picos de Europa. El sacerdote no es sólo el nuevo párroco de San Nicolás de Bari -iglesia que comenzará a dirigir después del día 8 de septiembre, festividad de la Virgen de Covadonga- sino también montañero de pro y lector de existencialistas.

"Me llevaré a los perros a Avilés", promete desde Covadonga, donde trabaja como canónigo desde 2012. "La fecha concreta de mi toma de posesión la tiene que marcar el arcipreste de la comarca", aclara. Hasta que llegue ese momento lo que tiene previsto hacer este joven sacerdote es arreglar la casa en la que vivirá en los próximos años, sobre todo, para hacer hueco a los libros. "Tengo muchos", dice. Ya está atendiendo al consejo pastoral del principal templo de la villa de Avilés, municipio en el que nació en la noche del 6 al 7 de junio de 1975.

López Menéndez tiene dos hermanos: Luis y Estrella. "Le habían dicho a mi madre que iba a tener gemelos, pero que había que hacer cesárea. Tenía un quiste además que había que extirpar", cuenta. "El quiste resultó que iba a ser mi hermana Estrella. Nadie tenía previsto que mi madre fuera a tener trillizos", añade el nuevo párroco, que derrocha ilusión. "Fuimos noticia, salimos en la prensa", bromea el cura, que recuerda mucho a su padre, Justo López Arias. "Era inspector de Policía: le conocían mucho", comenta. El agente se había casado con María Pilar Gladys Menéndez Fernández, la madre.

Nacieron los tres, pues, de manera prematura y en el Hospital de Caridad. "Como nuestra llegada al mundo fue tan singular, quedamos para siempre vinculados al centro sanitario. Y así fue que hicimos la Primera Comunión en su capilla y no en la parroquia", explica el religioso. "Un médico que asistió a mi madre fue el padrino de mi hermano Luis", prosigue. Y también menciona a Sor Refugio. "Una de las Siervas de Jesús que ahora está en e Oviedo", apostilla.

Los tres hermanos fueron alumnos de las Doroteas desde pequeños. "Luis y yo, desde que permitieron la entrada de chicos, cuando estábamos en Segundo de EGB. Había como mil niñas y una docena de chavales. Organizaron un equipo de baloncesto para nosotros. La otra opción era un curso de corte y confección", relata. Los dos también fueron responsables del periódico "Leo 2", la cabecera heredera de "Leo". "Nos decían 'Los del periódico'", cuenta Alfonso López Menéndez. Su creación se publicaba una vez al mes y lo vendían por los pasillos a 10 pesetas "o así", apunta.

"Somos una familia practicante, vivimos muy buen ambiente en el colegio, conocimos las enseñanzas de la Santa Paula, la fundadora, y además, estaba Julio Campillo, que fue quien nos dio la Primera Comunión y también, claro, el que dirigía la catequesis", apostilla el sacerdote. "Todo parecía enfocado hacia el Seminario", recalca. Y así fue: los dos varones del club de trillizos decidieron hacerse sacerdotes cuando cumplieron "los trece o catorce años". Estrella López, por su lado, inclinó su vocación hacia la Enseñanza Primaria.

Luis y Alfonso López Menéndez estudiaron BUP y COU en el antiguo Seminario Menor de Oviedo. "Estuvimos bien: los fines de semana podíamos ir para casa", subraya. En el centro conocieron a Herminio González Llaca y también a José Antonio Montoto, el director y el rector, respectivamente. Y, también, a José María Cantera, el actual cura de Laviana. "Le queríamos mucho: era nuestro padre espiritual", explica. "Aquellos hombres nos enseñaron que la libertad sin responsabilidad no era nada", comenta.

En el Seminario Mayor estudió Filosofía, Teología "y algo de Música". Alfredo de la Roza fue el encargado de dirigir su formación musical. López Menéndez es organista. "Gracias a eso me llamaron para un montón de conciertos: bautizos, bodas, funerales...", dice. Con aquellos bolos fue sacando el dinero necesario para poder hacer frente al gasto de los libros. "Por entonces era ya enorme", señala el cura. "Por los veranos me hice voluntario en el albergue Cano Mata de las Hijas de la Caridad. Ayudaba en todo lo que podía: en la cocina, dando comidas... En un momento dado las monjas se propusieron que todo el mundo pudiera tener vacaciones. Me fui con 6 o 7 a una casa rural cerca de Lastres. Lo recuerdo todavía muy bien. Había un musulmán, un par de veteranos que perdieron trabajo, un chaval que no lo encontraba", confiesa.

Siendo cura conoció la montaña occidental y también la oriental: Grandas y Covadonga. Con sus dos perros -"Peter" y "Capone"- se pierde ahora entre ellas. Y también se encuentra. El nuevo párroco dice que San Nicolás de Bari "es grande, sí, pero no inabarcable". Una nueva aventura.

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