Los hermanos Noé y Bruno Rodríguez y su padre César conforman el Clan del Cuervo. Estos castrillonenses vecinos de Arnao asaltaron ayer, escudo y espada en mano, el castillo de Gauzón en busca de la Cruz de la Victoria. "Somos visigodos, mira que espada hicimos con unos cartones", explicaba ayer Noé, uno de los participantes en las Jornadas Medievales del castillo de Gauzón que se celebran este fin de semana. Bajo el yacimiento del Peñón de Raíces, "El Clan del Cuervo" recrea la vida cotidiana y militar entre los siglos VI y X.

Un sol abrasador acompañó a lo largo de toda la jornada de ayer a los visitantes, que buscaban sombra bajo los diferentes puestos. En ellos podían observar cómo eran las armas y armaduras de la época, cómo se tejía y daba color a las lanas o cómo se elaboraban las joyas o útiles domésticos. Bajo el Peñón de Raíces se recrea, de puesto en puesto, la transición entre el reino hispano godo y las primeras monarquías peninsulares tras la conquista musulmana que acabaron dando forma a España. "Lo que más me ha gustado son las armas", señaló el pequeño Alonso Rodríguez. "Y a mí las espadas", añadió su hermano Mateo.

Las demostraciones, talleres y explicaciones didácticas se sucedieron a lo largo de toda la jornada sabatina, que tuvo como colofón una especie de actuación con instrumentos primitivos a cargo del músico Pablo Canalís. Las experiencias medievales continúan hoy (de 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.00 horas) y se despiden con un concierto de música medieval (19.00) del grupo "Xistras".