El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias propone que se "localice e identifique" el trazado de la muralla por el casco histórico "sin más tardanza" y que se describa "con detalle" su materialidad y realidad física para así poder analizarla. Ése es uno de los planteamientos que realizan los profesionales en las alegaciones que presentaron al plan de mejora del casco histórico de Avilés y que hoy explicarán en un acto en el Centro de Servicios Universitarios a partir de las 19.00 horas. El objetivo de localizar la zona amurallada de la ciudad permitiría, según los arquitectos, conocer su estado de conservación, su presencia (real o virtual), sus restos arqueológicos, su influencia "y todo ello siempre con la intención de conservarla y protegerla para seguir dando testimonio del Avilés urbano medieval".

El Colegio de Arquitectos, que conformó un grupo concreto para analizar el caso de Avilés, asegura que la aprobación del plan de mejora supondrá "un avance positivo" aunque también observan que puede haber mejoras y critican algunas decisiones, como el rebaje de la protección de algunos edificios, como el palacio de Carlos Lobo o La Parra.

Los profesionales aseguran que el plan de mejora elaborado por el Ayuntamiento "prescinde por completo" de la visión de conjunto "por lo que sus propuestas se quedan en simples soluciones de microcirugía urbana, para resolver pequeñas piezas de la ciudad sin ofrecer una lectura común". Así, por ejemplo, para el entorno de la zona de la iglesia de San Antonio Padua, la capilla de Las Alas y la muralla plantean que se le asigne el carácter de Área de Rehabilitación Integrada (ARI), "figura concebida para programar acciones y costearlas de forma coordinada entre las administraciones presentes". "Utilizarla añadiría el factor 'ordenación de conjunto' que se precisa, una coordinación de gestión entre los agentes implicados, algo que también se echa en falta siendo el Principado uno de los propietarios de terrenos edificables", dicen.

Una de las críticas que realizan los expertos tiene que ver con el aparcamiento subterráneo en el entorno de la calle Jovellanos, con unas 200 plazas, según los arquitectos. "Este gran estacionamiento sigue siendo una pieza inadecuada por atraer e introducir tráfico de vehículos dentro del área de mayor protección", aseguran. Además, afirman que los terrenos donde se construirá "no son adecuados para ese gran impacto". "Su geotecnia es endeble, están sometidos a un régimen de nivel freático influido por las mareas de la ría y sus perímetros norte y este están ocupados por edificios antiguos y supone una indudable amenaza para su estabilidad", expone el texto.