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Juguetes reciclados que valen un premio

La comunidad educativa de la escuelina de La Toba se vuelca en la reutilización y el reciclaje, unas buenas prácticas que le han llevado a alzarse con el galardón "Triple R" de Cogersa

Bebés en el "Rincón de la naturaleza".

En la escuelina de La Toba las botellas de plástico vacías acaban convertidas en maracas, las torrijas del tentempié se preparan con el pan sobrante, los cepillos de dientes viejos se transforman en pinceles y los periódicos son la materia prima con la que se elaboran cestas que nada tienen que envidiar a las de mimbre. En el centro ni siquiera hay bolsas de plástico, puesto que han sido sustituidas por otras fabricadas con camisetas viejas. Estas prácticas han llevado a la escuela de bebés avilesina a alzarse con el galardón "Triple R" que concede el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), un reconocimiento a las actividades impulsadas en el centro para el fomento de la reutilización y el reciclaje.

"Estamos muy contentas. Llevamos muchos años trabajando con el desarrollo de estos proyectos y en el último año también hemos salido a la calle, con nuestra participación en la Semana solidaria de Llaranes. Contamos con la implicación de las familias, que han colaborado muchísimo", explicó Anabel Gil, una de las responsables del proyecto de reciclaje. En la escuelina de La Toba se generan gran variedad de residuos, a los que se da nueva vida. Prácticamente todos los juguetes, recipientes y utensilios del centro proceden del reciclaje. En el centro para bebés se usa vajilla reutilizable, se elabora compost para el huerto ecológico y se utilizan bolsas de tela para portar la ropa de los escolares. En suma, se reutiliza lo usado, que en la mayoría de los hogares acaba en la basura, y se da uso a lo que aporta la naturaleza. Nueces, avellanas y hojas secas convierten las botellas de plástico en maracas, unos juguetes sensoriales con los que ayer jugaban, por ejemplo, las pequeñas Paula Núñez y Alejandra Ruiz.

El pasado curso se desarrolló también un proyecto en el aula bajo el lema "No lo tires, me sirve", en el que se realizaron topo tipo de materiales didácticos para utilizar en clase, y con la actividad "En otoño reciclamos con las familias" la comunidad educativa de La Toba elaboró adornos navideños y talleres de juegos tradicionales y carnaval, siempre con la filosofía del aprovechamiento y la reutilización. "Cuando tenemos excedente de fruta, preparamos zumos en la licuadora. A los niños les encanta", explicó Anabel Gil, que empezó a plantar ayer en el huerto ecológico junto al pequeño Eric de Óleo y sus compañeros de entre uno y dos años los árboles donados por Cogersa. En La Toba hasta han realizado un logo por el distintivo que han recibido (un bebé con chupete), al que ahora tendrán que poner nombre los padres de los alumnos. Su siguiente reto está en la Semana europea de la prevención de residuos. "A ver si el próximo premio lo recogemos en Bruselas", concluyó Gil entre risas.

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