La eliminación de los plumeros o hierbas de la Pampa que proliferan sin control en Castrillón como en el resto de la comarca se ha convertido en una de las principales reclamaciones medioambientales de los vecinos. Los residentes, especialmente en la zona rural, reclaman medidas para controlar esta gramínea, conocida científicamente como "Cortaderia selloana", que tiene una extraordinaria capacidad para colonizar el territorio y se ha adueñado de los suelos de varias zonas del municipio. En Castrillón, hay importantes colonias de plumeros en el paseo de Salinas, en la senda fluvial del río Raíces, en las inmediaciones de la mina de Arnao, en varias zonas de Salinas y en los terrenos que ocuparon el antiguo vertedero municipal de La Plata, entre otras áreas menos transitadas.
"Vamos a presentar una moción en el próximo Pleno para pedir una colaboración de todas las administraciones, empresas y particulares con el objetivo de terminar con esas plantas invasoras", anuncia el concejal de Medio Ambiente de Castrillón, José Luis Garrido. Los plumeros brotan tanto en fincas municipales como privadas. "Es difícil erradicar esas plantas, podemos intentarlo en los terrenos que son propiedad del Ayuntamiento y en los que pertenecen a empresas a través de una colaboración con esas compañías. Pero en los suelos privados es más complicado; al menos, esperamos contar con la colaboración de sus propietarios", indica el edil de Izquierda Unida.
El concejal de Medio Ambiente asegura que el primer paso es hacer un estudio para localizar todas las zonas de Castrillón en las que hay plumeros. "El Principado, los ayuntamientos, el Ministerio de Medio Ambiente y las empresas tendremos que ponernos de acuerdo para terminar con esa plaga", concluye José Luis Garrido.
"Esas plantas son responsables de muchas alergias y, por ello, hemos pedido hace meses al gobierno local la puesta en marcha de un plan para erradicarlas ya que están invadiendo muchas zonas de Castrillón", señala, por su parte, el concejal del Partido Popular (PP), Juan Jonás Casares, también convencido de que es necesario erradicar el problema.
