La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JULIO VILLA-GARCÍA | Profesor de Lingüística Teórica en la Universidad de Manchester

"El spanglish está denostado, pero implica un alto nivel en ambos idiomas"

"Cada vez que dos lenguas cohabitan en un mismo espacio se producen contactos, nunca va a haber dos lenguas disociadas"

Julio Villa-García, durante una conferencia. IRMA COLLÍN

El contacto entre culturas que implica la globalización no es inherente a los idiomas. Como si de un ser vivo se tratase, estos contacto provocan un mestizaje en las lenguas. El avilesino Julio Villa-García (1982), profesor permanente de lingüística teórica en la Universidad de Manchester ofreció hace unos días una charla sobre este fenómeno "inevitable".

-Al hablar de contacto entre lenguas se viene a la cabeza, inevitablemente, el spanglish. ¿Hay vida más allá?

-Por supuesto. Cada vez que dos lenguas cohabitan en un mismo espacio se produce este contacto. Nunca va a haber dos lenguas disociadas. Vas a Cataluña y encuentras mucha alternancia, fórmulas gramaticales mezcladas, como, por ejemplo, "gustote". Pero esto, igual que el spanglish, no es nuevo. Se conocen textos de misas en Inglaterra que alternaban el inglés con el latín.

-¿Eso no es hablar mal?

-Es algo normal. Del mismo modo que un niño te dice "no cabo". ¿De dónde saca eso, si nadie lo dice? Porque el niño sabe que la regla natural es coger el infinitivo más la desinencia. Lo que pasa es que hay excepciones.

-Pero este tipo de errores son considerados "de bulto".

-Según la lingüística prescriptiva sí, que es la que intenta modificar la conducta natural de los hablantes. El normativismo. Desde un punto de vista descriptivo, que es el que estudia la conducta. No nos importa si es formal o culto, sino verla como un sistema natural.

-¿Los sistemas académicos ponen barreras a esa evolución natural del lenguaje?

-Es imposible. Intentar frenar la evolución lingüística es como ponerle puertas al campo. La lengua es demasiado compleja como para abarcarla. Va a seguir evolucionando en cosas sutiles.

-Volviendo al spanglish, ¿por qué esa estigmatización?

-Está denostado porque todo se mira desde el ángulo del monolingüe, que piensa que lo normal es hablar una lengua y hacerlo bien. En torno al 65 por ciento de la población mundial domina, al menos, dos lenguas. El problema es que los países anglosajones son inherentemente monolingües y su idioma es vehicular porque fueron imperios. Además, el hombre blanco, siempre fue la élite, mientras que en Estados Unidos hay en torno a 60 millones de hispanoparlantes.

-Pero demuestran un menor nivel de idioma.

-Todo lo contrario. Los cambios de código que se ven en el spanglish implican un nivel muy alto de competencia en ambos idiomas. Esto tiene mucho sentido, porque tienes que tener un importante conocimiento gramatical para poder alternarlas de manera que todas las palabras coincidan bien. Estos ejemplos no se ven hasta casos muy avanzados.

-¿Qué influencia tienen las nuevas tecnologías?

-Evidentemente contribuyen a que estemos más expuestos al inglés, del mismo modo que ellos al español. Pero las redes sociales tienen, ante todo, una cosa muy buena desde el punto de vista lingüístico. Y es que la gente habla de una manera muy natural y con espontaneidad. Eso es una ventana de cómo funciona el cerebro y la lengua.

Compartir el artículo

stats