El campo de Miramar sufrió en la noche del jueves su enésimo robo. En la mañana de ayer, los responsables del campo en el que juega el Marino de Luanco encontraron numerosos boquetes en el campo. Presuntamente, unos ladrones accedieron por la noche a la instalación para sustraer el cable de cobre de las torretas de iluminación del campo, algo que ha ocurrido en numerosas ocasiones, aunque los destrozos nunca habían sido de tanta magnitud como en esta ocasión.

El presidente del Marino de Luanco, Luis Gallego, lamenta que la situación se repita una y otra vez. "Los daños han sido cuantiosos, aunque hasta el lunes, que vendrá el técnico del Ayuntamiento, no conoceremos el alcance", explicó ayer. Pese al robo, el partido del equipo se podrá disputar mañana con normalidad, ya que se juega a plena luz del día, a las 12.00 horas.