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Los perceberos alertan de buceadores furtivos en Peñas

"Hay pocos que infrinjan la norma, pero hacen mucho daño", denuncia el guardapesca del Principado

Un percebero con licencia, en plena faena en Peñas. IRMA COLLÍN

"Furtivismo hay poco en Peñas, pero hace mucho daño". Habla Arturo Menéndez, guardapesca del Principado y encargado de controlar las capturas de percebes en la costa gozoniega. Por norma general, apenas hay pescadores sin licencia que capturen esta especie en el entorno de los pedreros del cabo Peñas. Sin embargo, durante los meses de verano el Principado ha localizado a varios buceadores extrayendo algunas de las piezas del fondo de las rocas que, curiosamente, son las mejores debido al tamaño y también por el constante embiste de las olas. "Existe un problema con los buceadores que practican pesca submarina sin licencia, aprovechan las horas de pleamar y entran a pulmón", explica Menéndez. Algunos perceberos adscritos a la cofradía de Luanco confirman las tesis del vigilante pesquero.

"El pasado verano vimos dos lanchas, una zodiac y un bote con buceadores. Al margen de infringir la normativa, al coger esas piezas impiden que críen más y más aún si extraen las del fondo, que las mejores", recalca Menéndez, que confirma que ha visto incluso a buceadores furtivos que han utilizado botellas de oxígeno para sus inmersiones, "cuestión que es más grave aún". "En Occidente, llegaron incluso a decomisar una zodiac por estas prácticas", señala el vigilante, que relata que algunos de los perceberos han llegado a ser "pillados" in fraganti con veinte kilogramos de percebes, una cifra abultada cuando la normativa obliga a los pescadores de Peñas a no superar los ocho por día y marea.

"Tocaron alguna que otra piedra, pero no fue para tanto si comparamos con lo de Occidente", expresa uno de los pescadores profesionales consultados por este periódico, que no dudó en afirmar también que hay zonas "castigadas" en los pedreros más próximos a tierra, los colindantes con el cabo Peñas.

Una de las cuestiones que favorece la menor presencia de furtivismo percebero en el punto más septentrional de la región son los accesos. "Eso nos salva, sino íbamos mal", comenta otro percebero.

Arturo Menéndez detalla también que algunos furtivos prefieren "trabajar" por la noche. "Llevan una pequeña luz y se iluminan con ella", indica el vigilante. Esa circunstancia no solo implica una vulneración de la normativa pesquera sino también un peligro para la vida de los furtivos. El papel de los perceberos que tienen que sortear la olas para obtener sus capturas es "complicado" a plena luz del día, por eso los pescadores recomiendan que nunca se dé la espalda a la mar.

Con estos mimbres, los aproximadamente cuarenta perceberos adscritos al plan de explotación de Peñas viven "tranquilos" al no contar con "mucho furtivo" por su entorno, sin embargo, alertan de su presencia. "Hacen bastante daño", recalca Menéndez. "Nosotros tenemos que tener todo al día, licencia y demás, y encima luego llegan cuatro listos y se aprovechan, no es justo", expresa otro pescador profesional, que como sus compañeros confía en que la campaña de Navidad dé sus frutos y los percebes "se paguen a cuanto más, mejor".

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